Connie Dagas y Helle Bruun abrieron primera librería LGTBIQ+ de Barcelona cuando aún no existían estas siglas
Cómplices abrió sus puertas el 21 de abril de 1994 y el próximo 31 de diciembre bajará la persiana para siempre. Durante casi 30 años el local de la calle Cervantes número 4 fue el hogar de lectores LGTBIQ+ gracias a la complicidad de una pareja que logró vivir su sueño. Connie Dagas y Helle Bruun abrieron la primera librería gay de Barcelona. Tres décadas en las que han sido un referente para muchos lectores, lectoras y lectores no únicamente literario. Cómplices para muchos ha sido un refugio, un lugar seguro en momentos en los que aún era complicado salir del armario.
Ambas lograron acercar al público español y catalán algunos de los autores LGTBIQ+ universales que no habían llegado. Para ello crearon también la editorial Egales, que actualmente tiene más de 450 títulos publicados. «En los noventa apenas había escritores locales como Terenci Moix o Eduardo Mendicutti fuera del armario en su literatura. Y muchas editoriales generalistas no querían publicar narrativa «queer» asegurando que no había público suficiente«, rememora Dagas.
«Ha cambiado todo mucho. Antes entraba la gente mirando al suelo, preguntaba hablado bajito, nadie llevaba un pin arcoiris en la solapa. Ahora entran los más jóvenes sin timidez y lucen orgullosos sus pulseras trans o bisexuales«, explica. Aseguran que quizá el punto de inflexión política que abrió la mano de las editoriales con los autores del colectivo y llevó a foco mediático a la literatura LGTBI fue en 2005 la aprobación del matrimonio homosexual.
Pioneras en Barcelona
Entre los libros más vendidos de la historia de la tienda, cita «El corredor de fondo«, de Patricia Nell Warren, el libro gay más vendido en el mundo, pero también «El viaje de Marcos«, de Óscar Hernández-Campano; «Con Pedigree«, trilogía de la autora Lola Van Guardia (seudónimo de Isabel Franc, o «Ética marica«, de Paco Vidarte.
Pese al aumento de los discursos de odio y agresiones homófobas de los últimos años, en su caso dicen no haber sufrido ataques más allá de unas pintadas insultantes poco después de la victoria de José María Aznar en 1996. «Alguna vez nos han arrancado también alguna banderilla arcoiris de la puerta de entrada, pero poca cosa«, añade la librera.
Desde que anunciaron su cierre hace meses, muchos habituales se han pasado para despedirse y hacer una última compra en una librería que ha sido mucho más que una tienda de libros. Por suerte, seguirán con la editorial Egales y disfrutarán de una merecida jubilación.
¡Gracias Helle y Connie por ser Cómplices, por vuestra lucha y la defensa de la cultura y los derechos LGBTIQ+ y mucho más!