LGTBIfobia: una de cada cuatro personas LGTBI+ sufre discriminación en España y las agresiones se duplican en un año
Se acerca el Día Internacional contra la LGTBIfobia, 17 de mayo, y empiezan a llegar titulares sobre el estado del colectivo. Estudios, declaraciones institucionales y datos, muchos datos que alertan de un aumento de la LGTBIfobia en España. No son buenas noticias. La LGTBIfobia se perpetúa a través de nuevas formas de discriminación, alimentada por discursos de odio, polarización política y una respuesta institucional aún insuficiente.
La Federación Estatal LGTBI+ ha presentado el informe ‘Estado del Odio: Estado LGTBI+ 2025’, un exhaustivo análisis sobre el impacto del odio hacia las personas LGTBI+ en España. Este estudio pone cifras y contexto a una violencia sistemática que, lejos de disminuir, aumenta.
Según el informe, basado en una muestra de 800 entrevistas realizadas por 40dB, la población LGTBI+ alcanza el 11,1 % del total la población española mayor de 18 años —lo que se traduce en, aproximadamente, unos 5 millones de personas—, de las cuales una proporción alarmante ha visto vulnerados sus derechos fundamentales en el último año.
812.000 Personas agredidas
El estudio revela que el 20,3 % de las personas LGTBI+ ha sufrido acoso, ya sea mediante insultos, aislamiento social o coacciones en el entorno digital, lo que equivale a 819.000 personas. La discriminación, en ámbitos como el empleo, el acceso a servicios o la vivienda, alcanza al 25,25 % del colectivo (unas 1.282 500 personas). Más preocupante aún es el salto en las agresiones físicas o verbales, que pasan del 6,80 % en 2024 al 16,25 % en 2025, un incremento de 9,45 puntos que se traduce en 812.000 personas agredidas en el último año.
Este repunte de la violencia no es una realidad aislada. Las estadísticas europeas y los datos del Ministerio de Interior también alertan de un aumento similar de los delitos de odio por orientación sexual e identidad de género.
“Nos enfrentamos a una normalización alarmante del odio, amplificada por discursos políticos que legitiman la violencia simbólica y allanan el terreno para la violencia física”, ha advertido Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal LGTBI+. En este sentido, ha señalado que “estamos hablando de derechos fundamentales y de vidas que hoy están en riesgo por una impunidad que no podemos seguir permitiendo”.
La LGTBIfobia es la segunda causa de los casos de delitos de odio en España
Las personas entre 25 y 34 años, especialmente las personas trans y aquellas con menores ingresos, se encuentran entre los perfiles más expuestos al odio. La combinación entre las variables de edad, identidad de género y situación socioeconómica incrementa de forma significativa el riesgo de sufrir acoso, discriminación y agresiones físicas o verbales.
Según los datos, un 23,76 % de las personas de entre 25 y 34 años ha sido víctima de una agresión en el último año. En este mismo grupo, el 35,64 % ha sufrido discriminación y el 28,22 % ha sido acosado. Por otro lado, la incidencia de estos ataques se agrava entre quienes cuentan con menores recursos económicos: el 24,47 % ha sufrido agresiones, el 29,79 % discriminación y el 21,12 % acoso. Estos porcentajes subrayan que la edad, la precariedad y, de manera especialmente alarmante, la identidad de género, son interseccionalidades que aumentan la exposición al odio.
La infradenuncia y la desconfianza institucional persisten
A pesar de la crudeza de estos datos, la infradenuncia sigue siendo elevada: el 46,09 % de las víctimas no acude a las autoridades. Solo el 26,82 % formaliza la denuncia y un 27,09 % recurre a entidades LGTBI+. Entre los motivos para no denunciar destacan la idea de que “no servirá de nada”, la “falta de pruebas” y el temor a no ser creído. Además, un 33,33 % de quienes denuncian confiesa que el proceso les resultó tan traumático como el propio incidente, declarando que “me lo hicieron pasar mal”.
La percepción de la LGTBIfobia también se agudiza. El 27,13 % de las personas LGTBI+ considera que la discriminación ha empeorado respecto a 2024; el 31 % opina lo mismo de la violencia física; y el 31,25 % señala un aumento de los discursos de odio. Esta sensación de retroceso se ve reflejada también en la confianza en las instituciones, donde la valoración de la implicación “mucho o bastante” de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado cae del 31,88 % al 25,45 % entre quienes han sufrido agresiones físicas o verbales.
“Estos datos no solo retratan una realidad insoportable, también señalan con claridad lo que está fallando. Sin recursos, sin formación obligatoria en derechos humanos y sin una legislación que se posicione contra los discursos de odio, seguiremos sumando víctimas. Es hora de dejar de mirar para otro lado”, ha advertido Iglesias.