El ultraderechista Viktor Orbán, socio de Vox en la UE, aprueba una ley en Hungría que favorece las denuncias anónimas contra familias homosexuales
Hungría da un paso más para limitar los derechos de las parejas homosexuales en el país. Esta semana, el Parlamento húngaro ha aprobado una ley que permite a cualquier ciudadano denunciar de manera anónima a las parejas del mismo sexo que tengan hijos a su cargo. Esta nueva norma sigue a los ideales conservadores promovidos por el Gobierno de Viktor Orbán, que se sitúan lejos de la comunidad LGTBI con la excusa de proteger los derechos de la infancia.
El texto, avalado esta semana por los diputados, autoriza que los ciudadanos puedan alertar las autoridades de aquellos comportamientos que supuestamente violen «el papel del matrimonio y la familia reconocido en la Constitución» y que no tengan en cuenta los derechos de los niños a identificarse «con el sexo de nacimiento«.
La Constitución especifica que el matrimonio es una unión «entre un hombre y una mujer» y añade que «la madre es una mujer y el padre es un hombre«, lo que implica prohibir por ley cualquier modelo de adopción o acogida por parte de parejas homosexuales.
Limitación de derechos
No es la única medida tomada por el Gobierno de Orbán para restringir los derechos de la comunidad en el país. También ha tomado medidas para limitar contenidos o alusiones a la comunidad LGTBI en las escuelas, argumentando que corresponde a las familias decidir la educación de sus hijos. Sin embargo, sus políticas han generado dudas entre organizaciones defensoras de los Derechos Humanos, así como en la Comisión Europea.
Las políticas establecidas por el país están en el punto de mira de la comunidad internacional. El Ejecutivo comunitario ha llevado a Hungría ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) por la controvertida ley contra la pedofilia y la protección del menor, bajo la premisa de que es discriminatoria y atenta contra los derechos del colectivo LGTBI.