Quema de pancartas y banderas arcoíris: 2.000 manifestantes anti LGTBIQ+ acaban con el festival del Orgullo de Tiflis, Georgia
Hasta 2.000 manifestantes anti LGTBIQ+ irrumpieron este sábado en el Pride de la capital de Georgia, Tiflis, peleando con la Policía y destruyendo accesorios, incluidas banderas de arcoíris y pancartas. Por el momento no se han notificado heridos.
Los organizadores acusaron a las autoridades de confabularse activamente con los manifestantes para interrumpir el festival, pero un ministro del Gobierno ha manifestado que era un evento difícil de vigilar, ya que se llevaba a cabo en un área abierta, cerca de un lago.
“Los manifestantes lograron encontrar distintas formas de ingresar al área del evento, pero pudimos evacuar a los participantes y organizadores del Orgullo”, declaró el viceministro del Interior, Alexander Darakhvelidze. “Nadie resultó herido durante el incidente y la Policía ahora está tomando medidas para estabilizar la situación”.
La directora de Tiflis Pride ha confirmado que todos los participantes del evento han sido trasladados a un lugar seguro, pero ha criticado la vigilancia de las autoridades del evento Pride.
Mariam Kvaratskhelia ha señalado que los grupos de extrema derecha incitaron públicamente a la violencia contra los activistas LGTBIQ+ en los días previos a los eventos del Orgullo y que la Policía y el Ministerio del Interior se negaron a investigar.
“Definitivamente creo que esta (interrupción) fue una acción coordinada y planificada previamente entre el Gobierno y los grupos radicales… Consideramos que esta operación fue planeada para sabotear la candidatura de Georgia a la UE”, ha manifestado Kvaratskhelia.
La Unión Europea de fondo
Sin embargo, el presidente de Georgia, Salome Zourabichvili, un crítico frecuente del Gobierno, se hizo eco de las críticas de la Policía y dijo que no habían cumplido con su deber de defender el derecho de las personas a reunirse de manera segura.
Georgia aspira a unirse a la Unión Europea, pero su gobernante Partido del Sueño Georgiano se ha enfrentado a crecientes críticas de grupos de Derechos Humanos y de la UE por su tendencia percibida hacia el autoritarismo.
Georgia ha aprobado leyes contra la discriminación y los delitos motivados por el odio, pero los grupos de derechos LGTBIQ+ denuncian que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley carecen de protección adecuada y que la homofobia sigue siendo generalizada en la nación socialmente conservadora del sur del Cáucaso.