Tailandia es el primer país del sudeste asiático que permite las uniones entre personas del mismo sexo, que ya son legales en 38 países
Tailandia acaba de convertirse en el primer país del sudeste asiático en reconocer el matrimonio igualitario y en el tercero de Asia en permitirlo, tras Nepal y Taiwán. La ley, aprobada por una amplia mayoría en el Parlamento el pasado junio, ha entrado en vigor este jueves. El matrimonio igualitario ya es legal en 38 países, un hito que se celebrará con centenares de enlaces a través de un evento grupal. Se prevé una oleada de registros en todo el país.
A lo largo y ancho del país, 1.839 parejas homosexuales -dos veces más lesbianas que gais– han firmado los papeles ante la administración. La primera pareja en contraer matrimonio está compuesta por dos mujeres: Ployanapat Jirasukorn, de 33 años, y Kwanporn Kongphet, de 32. Sellaron su relación en una ceremonia celebrada en el centro comercial Siam Paragon de Bangkok. Más de 300 parejas celebraron una boda colectiva en la capital tailandesa, un símbolo del paso logrado en el país asiático que acompañadas por el discurso de la primera ministra, Paetongtarn Shinawatra, mientras en paralelo se celebraban multitud de eventos en provincias de todo el país.
Avances y retrocesos de los derechos LGTBIQ+
El colectivo LGBTIQ+ de Tailandia logra unos avances en sus derechos estancados durante años por los dos golpes militares producidos desde 2006 que restringieron las libertades civiles. Tras 10 años de intentos, una sentencia favorable del Tribunal Constitucional en 2020 supuso un punto de inflexión, y en 2024 la medida contó con el apoyo de los partidos mayoritarios del país. Desde este jueves, las parejas del mismo sexo residentes en Tailandia tendrán los mismos reconocimientos que las heterosexuales. Podrán heredar, adoptar y tomar decisiones respecto a la salud de sus cónyuges.
La nueva ley de matrimonio ha eliminado todas las referencias a hombres y mujeres, refiriéndose a personas, de forma neutra. No se aplicará, en cualquier caso, en las cuatro provincias tailandesas del sur, de apabullante mayoría musulmana.
Después de que Taiwán se convirtiera en 2019 en el primer territorio asiático en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo, Nepal le siguió en 2023. Pero los retrocesos son palpables en países como Indonesia, Malasia o Brunéi que criminalizan las relaciones del mismo sexo.
En China la homosexualidad es legal desde 1997, aunque el colectivo todavía se enfrenta a numerosos prejuicios y desafíos. La India despenalizó en 2018, como Singapur, la ley colonial que criminalizaba a los gais y las lesbianas, pero solo reconoce el matrimonio a las parejas de sexos opuestos. Japón es el único miembro del G7 que no reconoce el matrimonio homosexual, aunque en los últimos años sus tribunales y autoridades locales han dado una serie de pasos que abren el camino para una futura legalización.
Un total de 38 países miembros de las Naciones Unidas permiten el matrimonio igualitario o la unión civil entre personas del mismo sexo, según recoge la base de datos de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gais, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA). En ocho de cada diez países no se reconoce ningún tipo de unión legal entre personas homosexuales.
En algunas regiones los derechos LGTBIQ+ retroceden. Nada más llegar al poder, el presidente de EE UU, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva que solo reconoce la existencia de lo masculino y lo femenino, invisibilizando a las personas trans. En Bulgaria, siguiendo la estela de Rusia, se prohibió el año pasado la “propaganda de orientación sexual no tradicional” en los colegios e institutos y el presidente de Argentina, Javier Milei, prohibió el uso del lenguaje inclusivo en febrero de 2024.