EDITORIAL.- Estos días hemos tenido noticia de una pareja de transexuales iranís que habiendo nacido amb@s en cuerpos que les eran ajenos, acabaron conociéndose y enamorándose tras sus respectivas reasignaciones de sexo.
Se trata de Fatemeh, una joven de 22 años que nació como Ali en una familia muy tradicional y religiosa que rechazaba de pleno el que su hijo varón se sintiera mujer. “Mi padre era un inválido de guerra y veía mi feminidad como la mayor desgracia que podía acontecernos. Mi familia paterna llegó a amenazar con matarme” recuerda Fatemeh. Hoy y tras haber finalizado hace ya dos años sus operaciones de reasignación de sexo, trabaja en teatro y televisión y está felizmente casada con Parham, que a sus 24 años ha debido realizar el camino inverso a Fatemeh para convertirse en su esposo ya que en su caso nació mujer. “Me sentía raro, mi familia no me tomaba en serio y pensaba que era el único caso del mundo”. Pero todo cambió para bien cuando conoció a su mujer a través de Mahtaa, un grupo que apoya a los transexuales iraníes.
Pero más allá de la anécdota que supone el encuentro de estas dos personas después de sus respectivos cambios de sexo, lo que resulta una paradoja es la situación de tolerancia que viven los transexuales en Irán, un país donde la homosexualidad está sin embargo muy perseguida. Esa aceptación se basa en una fetua que el ayatolá Jomeini pronunció en 1983 y que obliga a clérigos y jueces a respaldar los procesos de cambio de sexo.
Todo empezó cuando Maryam Hatun Molkara, una activista transexual, visitó al ayatolá Jomeini y le planteó su caso obteniendo de éste un pronunciamiento que allanaría el camino para el cambio de sexo a los transexuales de la República Islámica. Una vez pronunciada aquella fetua o edicto se inició un protocolo que evalúa a los transexuales a través de un psicólogo y en caso de que el informe emitido sea positivo, el departamento de Medicina Forense traslada el caso a una comisión médica para que apruebe la intervención y respalde la inscripción correspondiente ante el juzgado con el correspondiente cambio de documentación.
A falta de datos oficiales se sabe que el departamento de Medicina Forense hace 10 años reconoció 300 casos aceptados, pero los grupos de apoyo a transexuales afirman que hoy son muchos más.
En la base de la tolerancia está el hecho de que tras su cambio de sexo las personas opten por mantener relaciones heterosexuales en tanto que la condena a la homosexualidad es absoluta. Esperamos que algún día se emita una fetua respetuosa con los derechos de gais y lesbianas.
Editorial Gayles.tv
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