Samantha Hudson: “hemos venido para quedarnos y por mucho que os empeñéis no vamos a dejar de existir”
Samantha Hudson quiso empezar su discurso del Orgullo reivindicando a las chicas que habían salido junto a ella al escenario, explicando que pertenecían a Transexualia, una asociación para mujeres trans, recordando: “Me parece indispensable, porque antes de todos estos orgullos, de todos estos himnos, de todos estos cambios legislativos, las que se dejaron la vida y las que estuvieron al pie de cañón para reivindicar su derecho a existir, fueron las travestis, las trans, las racializadas, las trabajadoras sexuales. Y gracias a ellas estamos todas, todos y todes hoy aquí. Y gracias a ellas tenemos los derechos de los que disfrutamos hoy”.
Madrid cerró su Orgullo 2025 en un año en el que esta fiesta reivindicativa, que esta vez tenía como lema 20 años de amor, celebraba sus dos décadas del matrimonio igualitario en España. La artista, que declaró que no van a conformarse con lo conseguido, sostuvo que, aunque el colectivo se puede casar desde hace 20 años, “esto no ha hecho más que empezar”, pues hay que seguir “pensando hacia adelante” y no dejar que las “tomen por tontas”.
Mucho camino por recorrer
“Queda mucho que hacer, queda mucho camino que recorrer. Y, sobre todo, en un momento en el que una ola reaccionaria fascista está sacudiendo el mundo”, criticó la activista por los derechos LGTBIQ+. “Un momento en el que lunáticos millonarios, tecnócratas fascistas y líderes políticos de derecha y de ultraderecha nos utilizan como cabeza de turco para imponer sus políticas, sus discursos de odio basados en el miedo, en el amedrentamiento, sus discursos y sus políticas repletas de sapos y culebras”.
Hudson añadió que, además, cuando hablan de “la hostilidad y la violencia” que sufren, el argumento que les suelen decir es que miren cómo están en Irán, Rusia o Hungría, a lo que ella contestó que por supuesto que aspiran a “erradicar las fobias y la discriminación de todo el mundo”, pero no hace falta irse fuera de nuestras fronteras cuando, solo esta semana, ha habido varias agresiones LGTBIfóbicas.
No es casualidad, es fascismo
“A una mujer trans le han tenido que reconstruir la cara en Logroño después de una brutal paliza”, “una bailarina trans en Burgos tuvo que abandonar su puesto de trabajo durante un concierto debido al acoso físico y verbal que sufrió por parte del público”, “en Jaén el otro día agredieron a un chico el grito de maricón” y “en Alicante unos impresentables arrojaron una botella de vidrio contra una persona simplemente por ser LGTBIQ+”, enumeró Samantha Hudson.
“No es casualidad que la violencia contra nuestro colectivo y nuestra comunidad vaya en aumento cuando tenemos a la derecha y a la ultraderecha de este país haciendo todo lo posible por atentar contra nuestros derechos, contra nuestras libertades, recortando, mutilando y cercenando las pocas leyes que nos amparan y nos protegen”, estalló la cantante. «Una España donde Vox ha votado en contra de ilegalizar las terapias de reconversión en Valencia. Donde PP y Vox han votado a favor de recortar la ley trans también en Valencia”.
“No vamos a dejar de existir”
Hudson retomó lo personal: “La verdad, estoy harta. Y espero que la gente en casa entienda que no somos el enemigo, que el colectivo trans no es el eje del mal. El enemigo son ellos, son todos los fascistas que están esparciendo su bazofia ponzoñosa por toda Europa. Así que hagamos del orgullo una puerta hacia una sociedad más justa e igualitaria para todas, sin dejarnos a nadie por el camino».
«Hagamos del orgullo un lugar donde reivindicar también el antirracismo, el feminismo, donde reivindicar a las personas discapacitadas, a las locas, donde reivindicar a las precarias, un lugar donde denunciar la capitalización de nuestras vidas y, en definitiva, todas las violencias estructurales y sistémicas a las que nos somete este sistema. Hagamos del orgullo un espacio para todas, para todos y para todes, porque las queers también queremos que se derriben las fronteras, que se ataje la ley de inmigración”, añadió.
Añadiendo también la lucha por la vivienda como un derecho fundamental, básico e indispensable, y no como un bien de mercado; Hudson concluyó: “La lucha LGTBI ha de ser interseccional y transversal. No podemos dejar a nadie fuera, así que os ruego encarecidamente que disfrutemos, que bailemos, que celebremos con orgullo, pero que no nos callemos, ni un paso atrás y hagamos como nuestras hermanas trans, nuestras hermanas travesti racializadas, trabajadoras sexuales, que en esas primeras revueltas alzaron el puño y dijeron hemos venido para quedarnos y por mucho que os empeñéis no vamos a dejar de existir”.