GAYLES.TV.- Estos días ha circulado información sobre el rechazo del Parlamento ruso al proyecto que proponía castigar la exhibición de la homosexualidad con multas elevadas e incluso con penas de prisión. En concreto se posicionaron en contra los comités de Legislación Constitucional de la Duma y del Senado, recomendando a los diputados que votaran en contra de un proyecto de ley presentado por el Partido Comunista.
Visto así la cosa resulta positiva y no tendría más repercusión que la contradicción que supone que se dé en Rusia, donde tantos quebraderos de cabeza está trayendo la ley aprobada en el 2013 que prohíbe la propaganda homosexual a menores de edad, que es tanto como decir cualquier tipo de apología de la homosexualidad en cualquier ámbito.
Lo que llama la atención en este tema es la virulencia mostrada por su autor, el comunista Iván Nikitchuk que se presentó a la reunión del comité de la Duma con una carpeta bajo el brazo llena de peticiones firmadas por votantes comunistas que abogan por castigar con más dureza aún la exhibición de la homosexualidad.
En su comparecencia Nikitchuk (que por cierto tiene nombre de Pokemon pero resulta menos gracioso), dejó ir unas cuantas perlas que lo sitúan en cabeza por el título de homófobo energúmeno del año, ahí van algunas:
- “La homosexualidad es una enfermedad contagiosa comparable con la drogodependencia y el alcoholismo”
- “Su expansión amenaza a toda la sociedad con la extinción”
- “Allí donde la homosexualidad se propaga con ayuda de la propaganda, le sigue la pedofilia, pese a todos los intentos de los homosexuales por ocultarlo”
- “Estamos en Rusia y aquí tenemos algo de vergüenza. Es nauseabundo ver a todos esos hombres barbudos que se abrazan”
Iván Nikitchuk demuestra con estas afirmaciones ser un ignorante y un histérico apocalíptico a quien, muy probablemente, torturarán fantasías homosexuales en mayor medida de lo que estaría dispuesto a reconocer. La putada (con perdón) es que lo que pedía este animal de bellota era que se aplicaran multas de hasta 5.000 rublos, el equivalente a unos 58 € sólo por mostrar «una orientación sexual no tradicional en lugares públicos» y arrestos de hasta 15 días para quien lo hiciera en centros educativos. Poca broma.
Ante el abucheo generalizado de los colectivos LGTBI, Nikitchik y el coautor del proyecto, el también diputado comunista Nikolai Aréfiev, alegan en su defensa que anteriormente en la Unión Soviética la sodomía se castigaba con largas penas de prisión y que su propuesta es mucho más benigna. Oiga pues muchas gracias, ¡qué gran corazón tienen Iván y su coleguita Nikolai! Ya me gustaría a mí verlos por un agujero imaginando juntos los castigos que les gustaría aplicar a gais pillados in fraganti. Piensa mal y acertarás.
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