EDITORIAL.- La línea que separa la denuncia del sensacionalismo, el amarillismo de la obligación de informar, es muy fina y a veces por no atravesarla descuidadamente, por no redundar en la tragedia, se pasan por alto cuestiones que es del todo necesario tratar.
Es el caso que nos ocupa esta semana en la que, paralelamente, se han registrado dos hechos que invitan a la reflexión. Por un lado la apología que ha hecho Robby Gallaty, pastor principal de la Gran Iglesia Bautista de Brainerd, en Tennessee sobre la muerte de los homosexuales. Gallaty se apoya en el Antiguo Testamento para justificar sus argumentos. Literalmente ha dicho que “Dios querría ver a las personas homosexuales muertas, porque si un hombre se acuesta con otro hombre, al igual que si una mujer se acuesta con otra mujer ambos habrán cometido una abominación y deben morir”. Por otro lado, el pastor ve en las uniones homosexuales “el ataque más letal que existe contra el matrimonio y la familia” y añade que si los grupos LGTB consiguen sus objetivos “arruinarán la familia y habrán ganado”. Sin palabras.
Por otro lado hemos sabido que en California se está celebrando el juicio por el asesinato en mayo del 2013 de un niño de 8 años a manos de sus padres. El motivo, según han declarado los hermanos del menor, es que actuaba “como un homosexual”. Al parecer eso le hizo merecedor de un largo calvario antes de su muerte. Siempre según sus hermanos, recibía palizas cotidianas, era obligado a comer heces de gato, verdura podrida y vómitos, dormía encerrado en un armario y con el objetivo de humillarle, le obligaban a ir vestido de niña al colegio. Hasta que un día, después de una paliza, los padres llamaron a urgencias diciendo que el niño se había caído recibiendo un fuerte golpe en la cabeza. Cuando fue examinado por los servicios sanitarios, tenía tres costillas rotas, una fractura de cráneo y objetos clavados en la ingle y el pulmón. Y ya no respiraba.
Quizá Robby Gallaty piense que Dios debe sentirse muy satisfecho con el escarmiento recibido por esta criatura. Quizá no podamos evitar la sórdida violencia familiar que se ampara en el silencio para cometer brutalidades como la descrita. Pero, sin ningún tipo de duda, individuos como el pastor Robby Gallaty, deben ser detenidos y condenados por incitación al odio, a la violencia, al asesinato y al genocidio. Y si no, ante la duda, que le pregunten a Dios.
Editorial Gayles.tv
Televisión Online
Estoy totalmente desasogueda, triste, acongojada. Como un «señor» que se denomina pastor, pueda decir esas barbaridades y unos «supuestos padres», sometan a un niño a esas atrocidades. Qué mas me da, si mi hij@, es gay, lesbiana, transexual, sobretodas las cosas es mi hij@ y lo amaré hasta el día de mi muerte. Joder, estas injusticias me hacen llorar.
A nosotros también, aunque desgraciadamente historias como estas son más comunes de lo que pensamos. Por suerte llega una nueva generación, que si tiene entiende lo que significa amor. Y el amor no está condicionado por la homofobia.
Si la homosexualidad es un pecado q la juzgue dios y no el hombre como especie; todos tenemos el derecho de ser feliz y creo q no le hacemos daño a nadie x gustarnos nuestro mismo sexo! Esas personas q toma esas injusticias contra los homosexuales si son dignos de ser queridos x el resto d la humanidad, q vergüenza es saber q estamos en una epoca donde los padres prefieren ver a sus hijos con un arma y usando drogas antes q sea gay
Bienvenido a Gayles.tv Oswaldo,
Por suerte estamos consiguiendo un cambio en la mentalidad. Cambio que se puede apreciar en las nuevas generaciones. Esperamos con impaciencia que llegue el día en que la diversidad sea celebrada, no castigada.
Un saludo,
Yo pienso que a los que deberían torturar y matar y esas personas con esa estupida forma de pensar. Doy gracias a dios que mis padres me aceptaron de la mejor manera. Maldito pastor ojala se pudra en el infierno
hijos de puta como es posible que un supuesto discípulo de dios enviado para llevar la palabra piense que los homosexuales deben morir. hasta donde puede llegar la arrogancia machismo y crueldad de un ser humano. acaso alguien tiene la autoridad para decidir quien esta acto para vivir en este mundo. me pregunto si DIOS estaría de acuerdo con esto
que lastima esta es la triste realidad de vivir en un mundo segado por una religión