Exigen la renuncia del primer ministro de Georgia tras el asesinato de un cámara golpeado por activistas homófobos
Más de 10.000 manifestantes se reunieron ayer frente al Parlamento de Georgia para exigir la renuncia del primer ministro georgiano, Irakli Garibashvili, por la muerte de un cámara de televisión golpeado el pasado 5 de julio por una turba de activistas homófobos. «Que el asesino Garibashvili dimita y sea castigado«, reza una pancarta, que marca en rojo, en alusión a la sangre, la palabra «asesino«.
El operador del canal de televisión Piveli, Alexandr (Lexo) Lashkarava, de 36 años, fue hallado muerto este domingo en su apartamento, pocos días después de que fuese dado de alta tras ser atacado mientras informaba sobre la frustrada Marcha de la Dignidad en defensa de los derechos de la comunidad LGBT en Tiflis. «Le golpearon, le partieron la cabeza, le entraron a patadas en nombre de Dios y con ayuda de la policía, y después de eso murió. Todos sabemos qué lo mató. Lo mataron los violentos y la inacción de la policía«, denunció Nika Oboladze, representante del partido opositor Movimiento Nacional Unido (MNU).
Como Alexander Lashkarava, más de 50 periodistas fueron blanco de la violencia de grupos homófobos organizados. Él estaba acreditado por la cadena de televisión Pirveli para seguir la marcha como operador de cámara. Cuando estaba informando desde la céntrica avenida Rustaveli, un grupo de personas lo rodearon y le golpearon con violencia. Lashkarava y cuatro compañeros más tuvieron que ser ingresados en el hospital por las agresiones recibidas. En su caso, con hematomas en la cabeza y heridas en los ojos.
Viernes, tres días después de recibir el alta hospitalaria, Alexander Lashkarava murió en casa mientras dormía. La familia denuncia que la muerte tiene relación con los golpes recibidos durante la agresión homófoba.
Tensión contra el colectivo homosexual
Días antes, los partidos conservadores georgianos y la Iglesia habían criticado la organización de la Marcha del Orgullo en Tbilisi. Y el primer ministro georgiano, Irakli Garibashvili, había contribuido a tensar los ánimos al decir que la Marcha del Orgullo podría provocar una confrontación pública . Todo ello creó un clima de tensión que empujó grupos homófobos a salir lunes calle a la caza de activistas LGTBIQ+.
Los organizadores de la Marcha del Orgullo decidieron finalmente cancelarla. Pero eso no evitó que grupos violentos atacaran periodistas y activistas en las calles de la capital de Georgia ante la pasividad policial. La muerte de Lashkarava ha indignado a los defensores de los derechos humanos en Georgia, que culpan a las autoridades del país de animar los grupos homófobos con mensajes de odio contra el colectivo homosexual. La presidenta del país ha visitado la familia del periodista y aseguró que se trata de una tragedia.
Desde el exterior y el interior del país se exige al gobierno de Georgia una condena más concreta contra la violencia y los discursos de odio. Cientos de manifestantes se concentraron este domingo ante el Parlamento. Piden la dimisión del primer ministro y del ministro del Interior por no haber frenado los grupos homófobos y no haber sabido proteger periodistas y activistas.
Reporteros sin Fronteras también han condenado el ataque a los periodistas georgianos. La ONG acusa a las autoridades de Georgia de pasividad ante los agresores y dice que la policía incumplió su deber de proteger a la población. En Europa se ve con preocupación el auge de movimientos homófobos en el país y la poca contundencia con que las fuerzas de seguridad georgiana contienen sus movimientos.