Cristina Cifuentes, Delegada del Gobierno en Madrid ha decidido celebrar su 50 aniversario haciendo filosofía sobre las carrozas y el derecho a manifestación. El hecho de que en la marcha del Orgullo en Madrid participen carrozas y tenga carácter lúdico lleva a afirmar a Cifuentes: “No es un derecho de reunión, es otra cosa” A pesar de que después matizara que tenía cierta “connotación reivindicativa”.
Puede que a la señora Delegada le picaran la cresta en su partido al declararse en enero del 2012 ferviente partidaria del matrimonio entre personas del mismo sexo. O puede que quisiera ponerse a la altura de la Alcaldesa de Madrid, Ana Botella, que cansada de las matemáticas frutales, (por cierto, ¿nos aclarará algún día quién era la pera y quién la manzana?) ha decidido dedicarse a los problemas de audición confundiendo las directrices de la FAES con GAES. Porque utilizar la excusa de los decibelios para sacar las fiestas de Chueca mientras reivindica la ciudad de Madrid como destino turístico gay denota, además de poca imaginación, una doble vara de medir, un doble rasero y sobre todo una demagogia y utilitarismo vergonzoso.
Todo ello no ha impedido el éxito aplastante que suponen 1.200.000 participantes en la marcha del Orgullo y más de 100 millones de euros de beneficio para la ciudad de Madrid. A ver si da para que en la próxima edición se instalen lavabos públicos y suficientes contenedores. Prometemos no aplicar la consigna más coreada de la marcha: “Esa Botella al contenedor”.
Montse Trillo, directora de contenidos de Gayles.tv