¿Cuál es el posicionamiento del papa León XIV sobre los derechos del colectivo LGTBIQ+?
Fumata blanca. Menos de 24 horas bastaron para que los 133 cardenales encerrados en la capilla sixtina escogieran al sucesor de Pedro y nuevo obispo de Roma. El cardenal Robert Prevost, de 69 años, se convertía así en el primer Papa estadounidense. El elegía el nombre de León XIV, en honor a León XIII, considerado el «Papa de los obreros«.
Agustino, misionero y ‘antiTrump’, titulaban algunos periódicos. «Yankee latino«, apodaban otros haciendo hincapié en su doble nacionalidad. «En la estela del papa Francisco«, auguraban. Con un perfil bajo y pocas declaraciones públicas, a León XIV le gusta más escuchar que hablar. Sus primeras palabras como pontífice fueron «¡La paz esté con todos vosotros!». Paz es la palabra que más ha repetido en su discurso: «Esta es la paz desarmada y desarmante, humilde y perseverante».
Considerado un progresista moderado, el Pontífice tiene una vocación social fruto de su actividad misionera, pero no se aparta de la posición tradicional de la Iglesia. Ha optado por la prudencia en sus declaraciones públicas. Sin embargo, el nuevo papa ha generado polémica con algunas afirmaciones en asuntos como los derechos de la comunidad LGTBIQ+, la eutanasia, el aborto, el papel de las mujeres y los asuntos doctrinales de la Iglesia.
A diferencia de Francisco, las declaraciones públicas previas de León XIV reflejan una visión más conservadora. Prevost no se aparta de la posición tradicional de la Iglesia sobre la interrupción voluntaria del embarazo y la eutanasia.»Debemos recordar que la eutanasia siempre será el camino equivocado, porque es atentar contra el derecho inalienable a la vida«, reza el comunicado de los obispos del Perú sobre la eutanasia en 2021 que él firmó. «Clericalizar a las mujeres no necesariamente soluciona un problema, podría generar uno nuevo«, aseguró en 2023.
La homosexualidad como “estilo de vida”
En un discurso citado por el New York Times, Prevost se refirió durante una comparecencia ante obispos en 2012 a la homosexualidad como un «estilo de vida«. También se quejó de que los medios de comunicación occidentales y la cultura popular promuevan «la simpatía por las creencias y prácticas que están en desacuerdo con el Evangelio«.
En ese mismo discurso consideró «confusa» la promoción de la «ideología de género» y dijo que la causa de esa confusión sería que «pretende crear géneros que no existen«.
Cuando en 2023 la declaración ‘Fiducia supplicans’ del papa Francisco permitió las bendiciones no litúrgicas de las parejas del mismo sexo y las formadas por personas divorciadas, Prevost canalizó el malestar de ciertos obispos africanos: «La situación cultural [en África] es tal que la aplicación de este documento simplemente no va a funcionar«. «Hay que recordar que todavía hay lugares en África que aplican la pena de muerte, por ejemplo, a las personas que mantienen una relación homosexual… Por tanto, estamos en mundos muy diferentes«, afirmó.
Estas posturas han generado inquietud entre defensores de derechos humanos y colectivos LGTBIQ+, quienes seguirán con atención los primeros gestos del nuevo papa. Si con Francisco las alegrías eran intermitentes para agradar a todos, posiblemente el nuevo papa León XIV sea aún menos partidario de los avances de los derechos de las personas LGTBIQ+.
Y es que como certeramente denuncia Cristina Fallarás en Público, quizás hemos comprado un marco mental de falsa progresía perdiendo de vista lo nuclear. Estamos hablando de una religión profundamente misógina, homófoba y anclada en el pasado. Su arcaica liturgia nos deslumbra y nos hace perder foco. Todos caemos en la trampa y paramos el mundo mirando una vieja chimenea que no deja de vender humo.