Cada vez más la fiesta del Orgullo tiende a asimilarse a las carrozas, desfiles y conciertos… pero no deberíamos olvidar qué celebramos y a quienes no pueden celebrar nada
GAYLES.TV.- El 28 de junio es sinónimo de lucha en todo el mundo. Porque, a pesar de que hoy podemos celebrar grandes avances en materia de derechos de la comunidad LGTBI, todavía queda mucho por lograr, mucho por lo que luchar.
Este 2018 ha sido pródigo en declaraciones homófobas por parte de representantes de la Iglesia, agresiones y ataques en la calle, discriminaciones laborales por cuestiones de orientación sexual y expresión de género. Las lesbianas siguen invisibililizadas en gran medida y asistimos con vergüenza a los lavados de cara gayfriendly de estados genocidas como el de Israel. Y por supuesto en muchos países del mundo se sigue persiguiendo a lesbianas, gais y personas transexuales. Situaciones que no son sinó la punta del iceberg de sociedades heteropatriarcales que han adoptado la heteresexualidad como norma.
Hoy 28 de junio debemos retomar la palabra, construir el futuro en primera persona del plural y hacerlo en cada calle, en cada barrio, pueblo y ciudad. Para empezar es un día en el que debemos recordar a quienes nos han precedido en la lucha por los derechos LGTBI. Hacer valer la memoria de activistas y de quienes han tejido este tapiz multicolor en el que se entrelazan las luchas feministas, populares y LGTBI en el camino por una sociedad más justa, integradora y diversa.
Es la hora de organizarnos para acabar de erradicar la chacra de la LGTBI fobia, arraigando políticas que nos apoyen y reconozcan en todos los municipios, transformando las condiciones de vida de las personas mayores LGTBI, contribuyendo en las escuelas a implantar planes pedagógicos que pongan de relieve la diversidad sexual y de género de nuestras sociedades y por supuesto, ahondando en la tarea de lograr empresas con buenas prácticas LGTBI tanto en el plano interno y laboral como en su responsabilidad social.
Los ámbitos en los que desarrollar nuestro trabajo son infinitos, porque son todos: el deporte, la calle como un espacio libre en el que poder ser quienes somos, sin olvidar la sanidad donde debemos seguir apostando por políticas de salud integradoras y transversales que reconozcan y entiendan las necesidades específicas de cada persona que forma el colectivo LGTBI.
Recuperemos pues el sentido último de lucha que nos remite al origen del Orgullo, referentes no nos faltan: Stonewall y quienes plantaron cara a las batidas policiales y por supuesto las primeras manifestaciones en Barcelona que se escamparon como la pólvora por todo el territorio. Denunciemos el pinkwashing que nos utiliza para lavar la cara de quienes marginan y discriminan a tantas personas en todo el mundo, muy especialmente a quienes viven en silencio su identidad y a quienes intentar huir de los países dónde sufren persecución y sólo consiguen vivir un especial encarnizamiento.
Porque nunca más volveremos a limitarnos a ciertos barrios, ciertas discos, ciertas saunas, porque tenemos derecho a desarrollarnos en todos los ámbitos de la vida sin miedo a sufrir ningún tipo de discriminación. Seamos punto de partida, referente, existamos, hagámoslo.
¡Feliz Día del Orgullo 2018!
Fuente: CridaLGTBI
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