El Orgullo entra en Buckingham: la corona ya no es intocable ni impasible

orgullo-buckingham-casa-real El Orgullo entra en Buckingham: la corona ya no es intocable ni impasible

La Casa Real Británica se une a las celebraciones Pride 2025, un gesto que nunca hizo Isabel II y que simboliza la modernización de la monarquía de Carlos III

Por primera vez en su historia, Buckingham ha expresado públicamente su apoyo a la comunidad LGTBIQ+ durante el mes del Orgullo. El gesto, tan inesperado como simbólico, llegó a través de las redes sociales oficiales de la Corona, donde se compartió un breve vídeo con la banda de la División de la Casa Real interpretando el tema Pink Pony Club, de la cantante queer Chappell Roan.

Acompañado del mensaje Happy Pride Month from the Household Division y un emoji de arcoíris, el vídeo representa un gesto de visibilidad sin precedentes para una institución que durante siglos ha sido sinónimo de tradición, contención y neutralidad.

Lo llamativo no es solo la publicación en sí, sino todo lo que representa: un paso que Isabel II jamás dio. Durante su largo reinado, la reina evitó cualquier posicionamiento explícito sobre causas sociales contemporáneas, incluso cuando estas ganaban peso a nivel legislativo y cultural en el Reino Unido.

Política de “no intervención” de la reina Isabel II

orgullo-buckingham-casa-realAunque bajo su mandato se firmaron leyes clave en materia de derechos LGTBIQ+: la despenalización de la homosexualidad, la aprobación del matrimonio igualitario y la legislación contra la discriminación, la reina mantuvo su conocida política de “no intervención”, según la cual debía permanecer por encima de debates sociales o políticos. Así, a lo largo de siete décadas de reinado, jamás emitió un comunicado público, ni una declaración simbólica, ni mucho menos participó en eventos relacionados con el Orgullo.

En este contexto, el gesto de 2025 cobra un valor histórico. No es simplemente una publicación en redes sociales: es una ruptura. Es la manifestación visible de una transformación interna de la monarquía británica bajo el reinado de Carlos III y con el respaldo activo de otros miembros de la familia, especialmente del príncipe de Gales, Guillermo, que ya había demostrado una postura más cercana a la comunidad LGTBIQ+cuando posó para la portada de la revista Attitude y expresó su apoyo en temas de salud mental.

El gesto marca un antes y un después en la relación entre Buckingham y la comunidad LGTBIQ+; a la vez que sirve como termómetro de la transformación cultural que está atravesando una de las monarquías más antiguas y observadas del mundo. Mientras su madre optó por el silencio, Carlos III ha elegido el sonido de la inclusión. Y eso, para muchos, ya es un paso real.

 

 

Fuentes: Artículo14

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