Orbán alega que cinco piezas de la exposición de World Press Photo infringen la ley que prohíbe ver contenido del colectivo gay a menores
El Gobierno ultranacionalista de Hungría ha destituido este lunes al director del Museo Nacional de Budapest por permitir la entrada de menores de edad a la muestra del prestigioso World Press Photo, que exhibió imágenes sobre el colectivo LGTBI de Filipinas. “El director László L. Simon, al incumplir las obligaciones legales cuando se las han requerido, ha incurrido en una conducta que ha hecho imposible su continuidad en el cargo”, ha justificado el ministro de Cultura, János Csák.
A finales de octubre, el partido de extrema derecha Nuestra Patria denunció que la selección que realizó el World Press Photo de las mejores instantáneas de la prensa internacional incluía imágenes no aptas para menores, en aplicación de la llamada ley “de defensa de menores”, que prohíbe a menores de edad ver contenido LGTBI en Hungría. La Comisión Europea abrió el año pasado un expediente sobre esa ley al entender que vulnera derechos fundamentales y valores de la UE.
Ley LGTBIfobica
Numerosas organizaciones de derechos humanos consideran homófoba esa normativa, inspirada en una similar rusa, ya que equipara la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar de la homosexualidad y del cambio de sexo a menores de edad.
En la exposición del World Press Photo, que en años anteriores atrajo a cientos de miles de visitantes, ha incluido un conjunto de cinco fotos de la fotoperiodista filipina Hannah Reyes Morales que documentan la vida en una comunidad LGBTI de personas mayores.
Tras la denuncia de la extrema derecha, el ministro ha ordenado al director del museo que prohíba la entrada de menores a la muestra, algo que se negó a aplicar alegando que el centro no tenía competencias para controlar la edad de los visitantes.
“Tomo nota de la decisión, pero no puedo aceptarla. El museo no ha violado deliberadamente ninguna ley al exponer las imágenes en la exposición World Press Photo”, ha asegurado este lunes, tras ser despedido L. Simon. La semana pasada la Federación Húngara de Periodistas criticó “la maquinaria gubernamental de prohibición y censura”.