El obispo Munilla acusa al colectivo LGTBIQ+ de “desfigurar” el “símbolo bíblico” del arcoíris con ideas “contra la naturaleza”
El obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, ha aprovechado este lunes su programa diario en Radio María para hacer un alegato contra el mes del orgullo LGTBIQ+ que se celebra durante en junio. En concreto, ha cargado contra el uso de la bandera arcoíris y de la coincidencia en el calendario de esta celebración de la diversidad con el “mes del corazón de Jesús”. El obispo ha acusado al movimiento de “desfigurar” el arcoíris, “un símbolo bíblico de la unidad con dios”.
Munilla ha comenzado su programa matutino «Sexto Continente» analizando el “milagro” del rescate de cuatro menores en la selva colombiana tras pasar varios días solos. El obispo ha utilizado este caso para reivindicar que “la providencia ha permitido que un caso como este sirva para valorar el don de la familia”. “Lo importante es que la familia se mantenga unida” sobre la base del matrimonio.
Munilla contra la bandera LGTBIQ+
Lo que comenzó como un alegato en favor de la familia se convirtió en uno en contra del movimiento LGTBIQ+. “Este mes de junio esta consagrado al corazón de Jesús, pero en los últimos años este mes de junio se pretende convertir en el mes del orgullo LGTBIQ+”, ha asegurado en Radio María. Ha lamentado Munilla que “muchas instituciones públicas ponen estas banderas como si representase a este movimiento”. “Resulta que las instituciones europeas cambian las banderas de las naciones por la bandera LGTBIQ+, en la Casa Blanca, en el Capitolio y hasta la embajada de EEUU en el Vaticano”, ha asegurado.
Ha centrado en el caso estadounidense esta crítica. Munilla se ha referido a un tuit del presidente estadounidense Joe Biden, en el que celebraba con una bandera arcoíris en la Casa Blanca que sea “un país de orgullo”. El obispo ha celebrado la respuesta que el representante de la iglesia católica en Texas que le aseguró que “recuerde que el orgullo viene antes de la caída”. “Enorgullecerse del orgullo es muy poco inteligente”, ha asegurado Munilla.
Arcoíris desfigurado
Es entonces cuando el obispo de Orihuela-Alicante defiende que “el arcoíris se ha desfigurado completamente”. “Tenemos que ir al Génesis para descubrir que el arcoíris es la imagen de la alianza”, ha defendido. “Ahora pasa de ser un signo de la alianza con dios a un símbolo del orgullo en el que el ser se desvincula de dios”, ha lamentado. “Es un símbolo de desvinculación, la prevalencia del deseo por encima de la ley de dios, la ley natural”, ha añadido.
El arcoíris, ha proseguido, es “una especie de Torre de Babel que se eleva desafiante”. Sin embargo, ha defendido que ésta cayó “porque lo que se construye sobre el barro no tiene consistencia”. “Esto también tiene los pies de barro, la ideología de género, la ideología LGTBIQ+”, ha defendido. “Está construida contra el propio ser del hombre, de la naturaleza, contra la realidad”, ha insistido. “Forzar la realidad no les lleva más que a la infelicidad”, ha zanjado.
Munilla: un obispo ultra muy polémico
Su currículum de declaraciones esperpénticas se remonta en el año 2018. En declaraciones en Radio María, Munilla aseguró que existen dos feminismos: «el femenino«, que busca la igualdad jurídica y legal de hombres y mujeres, y uno «radical o de género» que quiere equiparar los dos sexos en todos los aspectos. Este segundo tiene como a «víctima la propia mujer y la verdadera causa femenina«. Y lo remató: «Es curioso como el demonio puede marcar un gol desde las mismas filas. El feminismo, al haber asumido la ideología de género, se ha hecho una especie de harakiri«, llegó a decir. Según Munilla, el feminismo defensa causas como «el lesbianismo y el bisexualismo» y «el aborto libre y gratuito«, que ha supuesto un «genocidio femenino» en muchos lugares del mundo donde se utiliza para que no nazcan mujeres.
Su LGTBIfobia quedó patente también en 2021 cuando calificó la homosexualidad como una neurosis.
En Donostia se lo querían sacar de encima. Durante su obispado remarcó sus ideas ultras atacando a los homosexuales, llegó a afirmar que tienen que sufrir un «proceso para sanar la enfermedad que sufren«. Del País Vasco salió por la puerta de atrás. En noviembre de 2009, el 75% de los sacerdotes de Gipuzkoa posicionaron en contra de su designación como nuevo obispo, pero fue nombrado entonces por el ultraconservador Rouco Varela.