Recuperarse de un festival de música como Sónar no es fácil, sobre todo teniendo en cuenta la depresión a posteriori sabiendo que hasta un año más tarde no se podrá disfrutar de tanta buena música y artistas de renombre juntos. Este año Sónar ha tenido dos claros destacados: el pop y las mujeres. Todo con un aire muy nórdico. La mezcla de canciones cautivadoras, estribillos pegadizos y el cartel más femenino de todos ha hecho que Barcelona viviera la semana pasada un Sónar memorable.
En Sónar se vive la música a raudales y todavía resuenan en nuestras cabezas los ritmos bailables electropop de la francesa Yelle y su grupo homónimo. En Sónar de Día pudimos disfrutar con los sonidos trip-hop, r&b y pop electrónico de Jessy Lanza. Y para pop electrónico como ninguno Lykke Li presentó su más que famosa mezcla de lenguajes con su último trabajo «I Never Learn». Otras chicas que han conquistado los escenarios del Sónar este año han sido la sueca y mítica Neneh Cherry, la última sensación de la escénica nórdica MØ, y Robyn, que aliada con el dúo noruego Röyksopp, ofrecieron un concierto de esos para contar a los nietos. El festival presentó también los shows de nuevas musas del panorama electrónico underground, como Laurel Halo, Nisennenmondai, Inga Copeland, Fatima Al Qadiri o Asma Maroof (estas dos últimas en el proyecto Future Brown), además de las nacionales BFlecha, Cristina Checa (de Desert) y Eme DJ.
Y no solo las chicas nos hicieron vibrar. El joven artista francés Woodkid era uno de los conciertos más esperados, y no decepcionó a nadie. Sus arreglos orquestales y estructuras electrónicas nos llevaron al pop más emocional. Caribou fue de lo mejor del viernes noche y Four Tet calentó la noche de un sábado de lujo, donde el esperado nuevo show de Massive Attack cautivó a tod@s, que repetía después del concierto inaugural del jueves 12.
Sónar es mucho Sónar y aquí solo hacemos un repaso de algunos destacados. Igualmente resulta difícil explicar con palabras la tremenda propuesta de electrónica que el festival nos ofrece en solo 3 días. Afortunadamente ya sabemos que el año que viene tendremos más, no solo por nueva edición, si no porque Sónar viaja también a Estocolmo, Cape Town y nuevos destinos como Bogotá y Santiago de Chile. Así que es cuestión de seguir a Sónar por el mundo o esperar 365 días y volver a vivir este fenómeno ya convertido leyenda en Barcelona.
Vía Coolture Magazine: El latido pop de Sónar 2014 y Las mujeres toman el poder en Sónar