EDITORIAL.- La pornografía tiene mala prensa, reconocer que se consume porno sigue sin estar muy bien visto. Algo así como la telebasura que nadie la ve pero tiene las mayores audiencias. Poca gente reconoce que disfruta con el cine porno y sin embargo es una de los géneros que produce mayores beneficios en la industria audiovisual.
El problema con el porno es que precisamente el hecho de tener un mercado asegurado hace que se banalice, que se cuide poco la calidad, que los guiones no pasen de ser mero pretexto para introducir la carnaza (nunca mejor dicho).
Esta misma semana, se está celebrando en Ciudad de México la “VII Muestra Marrana” que pretende ser un revulsivo cultural en el ámbito de la pornografía. El certamen no es una muestra de porno convencional al uso. Casi ninguna de las películas seleccionadas pertenece a lo que se conoce como el mainstream/comercial. La “Muestra Marrana” evita reproducir los limitados códigos de las sexualidades heteronormativas, dando cabida a la diversidad en las infinitas formas que adopta el sexo.
Existen múltiples maneras de vivir la propia sexualidad y en tanto y cuanto no socaven la dignidad de otras personas, todas ellas son válidas. Este certamen pretende mostrar un cine que refleje todas las prácticas sexuales y también los motivos por los que muchas de ellas están estigmatizadas o se consideran marginales.
Para ello arrancan la programación con dos jornadas de investigación crítica en torno a la pornografía/postpornografía. Bajo el título “Porno Sapiens” se recogerán debates y conferencias con títulos tan sugerentes como “Cuerpos glitch: cuerpos disidentes en el (ciber) espacio público” o “Postpornografiando el coño sur”. Si queréis más información sobre las charlas la encontrareis en la página www.muestramarrana.org.
Desde México nos invitan a expandir el cuerpo y la mente, a recordar que el placer es nuestro y que otro porno SÍ es posible.
Editorial Gayles.tv
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