Roberta Marrero deja una nota de despedida: “Os quiero a todos”
Roberta Marrero, artista multidisciplinar que puso voz e imágenes al movimiento LGTBIQ+ en España, nos dejó a los 52 años en Madrid, según ha informado la editorial Continta Me Tienes en sus redes sociales. «Sin palabras pero con la necesidad de contaros, desde nuestro máximo respeto y amor, y sobre todo, desde nuestro dolor, que Roberta Marrero ha decidido marcharse«, señalaba el comunicado que han hecho público.
Nacida en las Palmas de Gran Canaria el 2 de marzo de 1972, Marrero ha sido muy conocida por sus impresionantes collages, donde mezcla arte pop, imaginería religiosa, estrellas de Hollywood o su propia biografía. Fue autora de obras como Dictadores, El bebé verde o We can be heroes. Aunque ejerció a lo largo de su trayectoria como escritora, poeta, DJ y actriz, Marrero destacó en el arte gráfico. Sus imágenes bebían del cómic, de los artistas surrealistas y de lo oculto.
Acababa de publicar su segundo poemario Derecho a cita donde arroja al lector al centro del deseo. En palabras de Inés Plasencia, autora del epílogo: «¿Te imaginas una habitación con Pizarnik, Lemebel, Santa Teresa de Jesús, Marrero, Crisp, Sexton…Todas en sofás de terciopelo escuchando a Lana del Rey. […] He aquí un cadáver que no será cenizas; he aquí los cuerpos de la fiesta más rabiosa del mundo. La hermana de Nan Goldin. He aquí la esclava de cualquier señor«.
Artista total
En 2022 el Gobierno de Canarias le dedicó el Día de Las Escritoras en reconocimiento a la labor y calidad literaria de una autora cuya obra relata la libertad y solidaridad dentro de la comunidad LGTBIQ+. Entonces indicó que las personas trans «siempre hemos tenido voz entre nosotras, lo nuevo es que ahora tenemos el altavoz«. «Espero que las cosas sean más fáciles ahora, pero en España todavía hay que trabajar muchas cosas, hay que aceptar que aquello pasó y que eso fue importante«, subrayó la creadora, para destacar que entre sus proyectos a corto plazo se encontraba, simplemente, el de sobrevivir.
Marrero, cuya obra plástica formó parte de exposiciones como «David Bowie Is» en el museo Victoria & Albert de Londres y «Piaf«, en la Biblioteca Nacional de París, aseguró entonces que odiaba un poco la palabra «visibilidad», para apuntar que se trababa más bien «de abrir cajas«, y la de dar voz al colectivo trans aún era reciente.
Derecho a cita ha sido su último libro publicado, dentro de un corpus en el que ha creado y expuesto mucha obra original y ha sido una artista total, indefinible únicamente por una de sus facetas. “He aquí mi cadáver”, dice el epígrafe del poemario, que queda ya como testamento y despedida, obligatoria lectura, para todos los que la admiraron y también para los que la desconocieron.
“Si me encuentras muerta cúbreme de flores, mete un diamante en mi boca, pon un actriz de oro sobre mis tetas. Haz una foto de mi cadáver y ponla en un marco de plata, enciende una vela en mi memoria. Esta noche en este mundo me maquillaré y me peinaré cuidadosamente”.
“Aquí más tristes y aburridas, pero en el limbo de las poetas ya brilla una nueva superestrella”, ha escrito Inés Plasencia al comunicar su despedida.