Irene Montero señala que las instituciones no estuvieron «a la altura» de las infectados por VIH y pide perdón
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha pedido perdón, en nombre del Gobierno, al colectivo LGTBI por el «silencio atronador» de las instituciones frente al VIH y por el estigma y los prejuicios a los que se han tenido que enfrentar desde que hace 40 años se registrara el primer diagnóstico de esta enfermedad en España.
Lo ha hecho durante su intervención en el acto institucional con motivo del Día Mundial contra el Sida, que se celebra el 1 de diciembre, «Acción = Vida. 40 años de supervivencia y activismo LGTBI frente al VIH«, organizado por la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI y CESIDA.
«Nos toca como Gobierno pedir perdón y agradeceros vuestra resistencia, lucha y movilización para lograr esos recursos que os negaban, vuestra valentía para visibilizarlo e ir desgarrando ese estigma social doloroso e implacable«, ha dicho la ministra de Igualdad.
Montero ha recordado que se acaban de cumplir 40 años del primer diagnóstico de VIH en España, en octubre de 1981, un año en el que el país apenas había salido de la despenalización de la homosexualidad y en un momento en el que el delito de escándalo público «pesaba sobre la visibilidad, los cuerpos y las historias de vida de las personas LGTBI«.
Lucha incansable del activismo LGTBI
Durante su intervención, la ministra incidió en el silencio «atronador» que mantuvieron las administraciones durante «demasiado» tiempo, destacando que fue gracias a la «lucha incansable» de los activistas LGTBI que se consiguió la inversión, por primera vez, en la investigación para estos tratamientos. En esa línea, recordó a las personas que durante tiempo solo «tuvieron el abrigo» de esta comunidad «que tuvo que dedicar todos sus esfuerzos en salvar a los suyos y también a verlos morir y acompañarlos en esa muerte«.
Cuando el colectivo empezaba a disfrutar de la libertad sexual, muchas de sus vidas se vieron marcadas por un virus desconocido que estuvo rodeado de la falta de información y de respuesta de las instituciones, algo que amenazó con tirar por tierra los pocos pasos de libertad que eran posibles, ha lamentado la ministra.
«Hoy, como Gobierno, creo que debemos pedir perdón a todas esas personas, a las decenas de miles de víctimas mortales para quienes la solución médica no llegó a tiempo«, y a sus parejas, que no pudieron ver reconocidos sus derechos.
Hace 40 años se diagnosticó el primer caso de VIH en nuestro país. Desde entonces se han conseguido tales avances que hoy, vivir con VIH, es vivir con normalidad, pero aún es necesario erradicar el estigma social.
Gracias a la lucha y resistencia histórica de las personas LGTBI. pic.twitter.com/uPPX55q5Oq
— Irene Montero (@IreneMontero) November 29, 2021
Estigma y prejuicios
La titular de Igualdad ha lamentado que la pandemia de sida pasará a la historia como un claro ejemplo de cómo las políticas públicas de salud «se contaminaron de tal manera del prejuicio, que no estuvieron a la altura y no supieron frenar una avalancha que se cobró mas vidas que las que debieron ser«. «Si las administraciones hubieran estado a la altura, si no se hubiera estigmatizado a tantas personas, seguramente habríamos salvado más vidas«, ha reconocido.
Y ha elogiado al movimiento LGTBI, que consiguió que se invirtiera en la investigación para los tratamientos que, a día de hoy, han permitido que la vida para las personas con VIH esté marcada por la esperanza.
No obstante, ha advertido de que el estigma social, la falta de sensibilización y los prejuicios «todavía pesan sobre vuestras vidas«, lo que supone una «gran batalla» para la sociedad y las instituciones. «Somos conscientes de que durante mucho tiempo habéis tenido que gritar que el silencio es igual que la muerte porque el silencio de las instituciones ha sido atronador… ahora nos toca a las instituciones y a la sociedad acabar con el señalamiento y los prejuicios hacia las personas con VIH«, ha apuntado la ministra. Las instituciones «nunca más van a mirar para otro lado», ha zanjado.