Seis meses de prisión y 1.080 euros de multa por llamar «lesbiana de mierda» y «bollera asquerosa» a su vecina
La acusada de un delito de odio por menospreciar a su vecina con expresiones como “lesbiana de mierda” y “bollera asquerosa” ha reconocido los cargos ante el tribunal de la Audiencia Provincial de Salamanca. Ha aceptado una pena de seis meses de prisión, además del pago de 1.080 euros de multa y 600 euros en indemnización a la afectada, así como las costas del proceso.
El fiscal no se opone a la suspensión de la pena, siempre que la acusada no delinque en un plazo de dos años, abone las cantidades establecidas y complete un curso de sensibilización. El acuerdo también incluye una inhabilitación de cuatro años para trabajar en profesiones educativas, deportivas y de ocio, por el delito contra la integridad moral con agravante de discriminación.
La acusada tiene antecedentes penales no computables para efectos de reincidencia. Este miércoles, reconoció el relato del fiscal, que detalla cómo estos insultos han sido constantes, especialmente en las vacaciones de Semana Santa, verano y Navidad, cuando la víctima se encuentra en su casa familiar, colindante con la de la acusada.
Delito de odio en Salamanca
Desde julio de 2022 hasta agosto de 2023, impulsada por su aversión hacia la orientación sexual de la víctima, la acusada profería insultos en público a su vecina. Un episodio destacado ocurrió el 30 de julio de 2022, cuando gritó desde su ventana: “Eres una lesbiana de mierda, bollera asquerosa, lo que tienes que hacer es buscar al padre de tu hijo, que no sabes si es negro, chino o moro, que tu hijo es un bastardo” mientras la víctima estaba en su jardín con familiares. Al día siguiente, le dijo nuevamente: “Lesbiana, vete a buscar al padre de tu hijo”, en presencia de su hijo de tres años.
La acusada también insultó a los familiares de la víctima, creando un ambiente insostenible y angustiante para ella. Estas constantes humillaciones y el tono despectivo han afectado gravemente su dignidad personal, impidiéndole llevar una vida normal en el pueblo.