Un ataque ruso, o una posible invasión, significaría un desastre para la comunidad LGTBIQ+ de Ucrania
Mientras los países occidentales redoblan esfuerzos diplomáticos para desactivar la crisis, Estados Unidos y otros aliados de la OTAN intensifican la asistencia militar a Ucrania. Se teme que el conflicto se extienda después de que Rusia desplegara decenas de miles de tropas en su frontera con Ucrania en los últimos días.
Desde entonces, Estados Unidos ha puesto en alerta a 8.500 soldados de sus propias tropas para enviarlas a Ucrania si la guerra empeora, y la OTAN anunció que enviaría barcos y aviones de combate a Europa del Este en preparación para un posible conflicto.
Este lunes, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, ha declarado que la guerra aún se puede evitar, si los aliados occidentales continúan apoyando a su país. «La amenaza rusa es global, por lo que la respuesta debe ser global. Repetimos constantemente a nuestros socios que lo que está sucediendo en Ucrania no es solo cuestión de la seguridad de nuestro estado. Se trata de la seguridad de toda la zona euroatlántica«, ha declarado.
Ucrania es un polvorín
Un ataque ruso, o una posible invasión, significaría un desastre para la comunidad LGTBIQ+ de Ucrania. Los activistas ucranianos están preocupados por lo que podría pasar si la guerra se intensifica y si Rusia finalmente se apoderara de territorios ucranianos adicionales. Temen que el progreso en los derechos LGTBIQ+ se detenga y que, en caso de una invasión rusa, puedan ver sus libertades restringidas y restringidas.
Muchos están listos y dispuestos a luchar si es necesario, sienten un sentido patriótico del deber hacia su país, pero también son dolorosamente conscientes de que la lucha por los derechos LGTBIQ+ podría terminar en un segundo plano.
Tampoco el ejército ucraniano es un buen lugar para ellos. Lenny Emson, director de Kyiv Pride, declaró que las personas LGTBIQ+ y la sociedad ucraniana en general están preparadas para “dar un paso adelante contra la agresión” si surge la necesidad. “En este punto estamos unidos”, dice Emson. “No importa cuál sea su identidad de género, su orientación sexual, todos juntos, estamos dando un paso adelante”.
Ejercito de neonazis
Pero a pesar del patriotismo de sus palabras, tampoco el ejército ucraniano es un lugar seguro para las personas LGTBIQ+. Desde la revuelta de Maidan de 2014, el gobierno, el ejército y las fuerzas de seguridad han institucionalizado en sus filas antiguas milicias y batallones de voluntarios vinculados a la ideología neonazi.
No son pocos los grupos y activistas neonazis europeos y norteamericanos (también españoles) que han visitado Ucrania estos últimos años para hacer contactos o recibir entrenamiento paramilitar. Que el gobierno ucraniano hay institucionalizado a las milicias ultraderechistas es un peligro para las personas y activistas LGTBIQ+.
El movimiento LGTBIQ+ ucraniano ha crecido mucho durante los últimos años. En el último Orgullo se manifestaron 7.000 personas y existen más de 30 organizaciones LGTBIQ+ que defienden los derechos del colectivo. Si Rusia se apodera de más territorios en Ucrania, podría significar un desastre para las personas LGTBIQ+.