Solo en Twitter se contabilizaron entre 2021 y 2022 unos 231.000 tweets con carácter tránsfobo
El Ministerio del Interior intensificará el monitoreo que realizan las brigadas de delitos telemáticos para vigilar los discursos de odio que se lanzan en redes sociales contra el colectivo LGTBIQ+, según ha anunciado este miércoles Fernando Grande-Marlaska a la Federación Plataforma Trans en una reunión.
“El ministro va a dar un aviso para que el monitoreo que hacen las brigadas de delitos telemáticos de la Policía se incremente y haya más vigilancia en Twitter”, ha anunciado Mar Cambrollé, presidenta de la plataforma, que ha trasladado al ministro su preocupación por la extensión del discurso de odio y el aumento de agresiones contra las personas del colectivo.
Interior quiere terminar con la barra libre
Solo en Twitter se contabilizaron entre 2021 y 2022 unos 231.000 tweets con carácter tránsfobo, aunque Cambrollé asegura que la cifra se ha disparado por encima de un 20% en 2023. “Estamos mandando el mensaje de que hay barra libre para agredir a las personas trans, hay coto libre de caza. Twitter tiene que entender que no se puede vender odio en España”, ha declarado Cambrollé.
“En Twitter no se puede poner que una mujer trans es un tío, que es una posible violadora o una pedófila, no se puede mofar, humillar y vejar a las personas trans, eso no es libertad de expresión”, ha criticado Cambrollé, quien considera que estos mensajes “dejan el campo abonado” para el odio hacia el colectivo LGTBIQ+.
Se denuncian dos de cada diez actos de odio
La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales e Intersexuales (FELGTBI+) ha pedido a Marlaska una “revisión metodológica profunda de los protocolos» para que “recojan los delitos de odio de manera más fidedigna, así como la formación en diversidad de los cuerpos policiales y la creación de unidades especiales para atender incidencias relacionadas con la discriminación por orientación sexual o identidad de género”.
La presidenta de FELGTBI+, Uge Sangil, ha afirmado que “a día de hoy solo se denuncian dos de cada diez actos de odio porque el miedo se ha insertado dentro del colectivo y las personas LGTBIQ+ temen no ser atendidas correctamente si acuden a comisaría”.