Las personas de género fluido son aquellas que transicionan entre dos o más géneros, pero el término va más allá
Vivimos en un mundo en el que la sexualidad parece estar organizada en función del binarismo entre lo masculino y lo femenino. Sin embargo, existen otras identidades que desafían este orden y plantean posibilidades diversas de habitar el género. Lo que se convierte en fuente de curiosidad, inspiración, pero también de discriminación y rechazo. Las personas de género fluido demuestran que no hay reglas escritas para transitar el género y que hay expresiones mucho más allá de lo binario.
La identidad de género puede entenderse como la vivencia subjetiva de cómo experimentamos la relación con nosotros mismos, nuestra corporalidad, nuestra sexualidad y nuestras formas habitar el mundo. En el marco del sistema sexo/género, la identidad de género puede coincidir con el sexo biológico, lo que se conoce como persona cis. En el caso de no coincidir, se hablaría de identidades trans, queer, no binarias o de género no conforme.
El género fluido (genderfluid) es un tipo de identidad de género no binaria que se caracteriza particularmente por ser dinámica, flexible, no estática y por fluir en función del momento, el tiempo y las situaciones.
Las personas de género fluido son aquellas que transicionan entre dos o más géneros de forma permanente o esporádica, pudiendo ser bigénero, trigénero o pangénero según el número de géneros que estén implicados en dicha fluctuación. El género fluido establece periodos de transición imprecisos y variables, identificándose unas veces con uno o más géneros y otras veces con otros distintos. No es determinado por la orientación sexual o por la presencia de determinadas características sexuales; sino por una búsqueda constante de conformidad dentro de la propia identidad de género. En este sentido, se les denomina género fluido por ser una analogía a las características de los fluidos de permanecer en constante movimiento.
Fluir entre expresiones de género
La expresión de género hace referencia a la forma en la que materializamos y hacemos pública nuestra identidad en el escenario social. En una sociedad cisnormativa como la nuestra, esta expresión también está organizada alrededor del binarismo masculino/femenino. Las identidades de género fluido transgreden estos códigos y creativamente los reinventan para desempeñar el género de formas novedosas y no preestablecidas.
Ser de género fluido no significa lo mismo para cada persona. Por lo tanto, no se expresa siempre de la misma manera y no hay una fórmula única para transitar el género.
Las personas que se identifican como de género fluido sienten que tanto su identidad como su expresión de género no son fijas, fluctúan entre la posibilidad de percibirse como hombres, mujeres, ambos simultáneamente o, incluso, ninguno de los dos. Este carácter ambiguo hace que, en el marco de la cisnormatividad, resulte difícil construir una definición que englobe el carácter dinámico y móvil de esta identidad.
No obstante, algo que tienen en común quienes se identifican como de género fluido es el cuestionamiento a los roles de género históricamente construidos.
Por un lado, hay quienes intercambian simultáneamente roles, estéticas y comportamientos históricamente asociados tanto a hombres como a mujeres. De esta forma rompen con el binarismo de género y muestran que la identidad de género no tiene por qué restringirse solamente a uno de los dos polos. Por otro lado, aunque hay quienes adoptan roles binarios durante algunos momentos, el hecho de transitar entre uno y otro hace que pongan en cuestión el carácter estático y supuestamente permanente en el tiempo de las identidades de género masculinas o femeninas.