En la lotería del odio, el mejor premio es no vivirlo

En la lotería del odio, el mejor premio es no vivirlo En la lotería del odio, el mejor premio es no vivirlo

La Federación Estatal LGTBI+ lanza la campaña ‘El mejor premio es no vivirlo’ para sensibilizar sobre el impacto del odio durante la Navidad

Seis de cada diez personas del colectivo LGTBIQ+ vuelven al armario para ir a casa por Navidad, un momento que para muchos es una experiencia de miedo, rechazo y ocultamiento, por lo que la Federación Estatal LGTBI+ ha lanzado una campaña para defender que «en la lotería el odio, el mejor premio es no vivirlo«.

«Ayúdanos a que podamos vivir sin miedo«, pide la FELGTBI+ en una campaña audiovisual que persigue sensibilizar sobre la dura realidad que encaran las personas de este colectivo durante las fiestas navideñas. En el anuncio se ve a una persona drag vestida de fiesta y cantando los números que salen de un bombo como el de la lotería de Navidad.

Discriminación y violencia

En la lotería del odio, el mejor premio es no vivirloSin embargo, los números que canta son los de la discriminación y la violencia: por ejemplo, el cuatro, de esas cuatro de cada diez personas del colectivo LGTBIQ+ que han sido víctimas de actos de odio en los últimos cinco años.

En el anuncio se recuerda que uno de cada cuatro estudiantes LGTBIQ+ sufre acoso escolar por su orientación sexual, identidad y/o expresión de género, que el 10 % de las personas del colectivo recibe un trato desigual en el trabajo o que tres de cada diez se han visto obligadas a huir de su hogar y refugiarse con amistades o parientes.

Conforme van saliendo más números del bombo, el tono del protagonista va bajando. Además, se va despojando de su atuendo festivo y de los atributos que porta y se termina desmaquillando y quitándose una peluca, como metáfora de la necesidad que tienen muchas personas del colectivo de ocultar quienes son en sus hogares para protegerse.

Lotería del odio

La presidenta de la FELTGBI+, Paula Iglesias, ha subrayado en un comunicado que «la Navidad, que debería ser una época de refugio y seguridad, se convierte para muchas personas en una vuelta al armario y un recordatorio de todo lo que queda por cambiar«.

«No podemos seguir permitiendo que el miedo marque el rumbo de nuestras vidas, menos aún en el seno de nuestro entorno familiar y social. Frenar esta espiral de odio es una prioridad que debe implicar a toda la sociedad«, ha afirmado.

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