Lía Sánchez, la primera fallera mayor trans, hace historia en las Fallas con tan solo 24 años
Lía Sánchez Carballo, una joven trans de 24 años, será la fallera mayor de la comisión Doctor Manuel Candela-Avenida del Puerto en 2024, y con ello se convierte en la primera mujer trans en ser fallera mayor, al menos de forma pública. Compartirá su año con el presidente infantil, Íker Peña, y dos presidentas de la comisión, Andrea Barrachina y María Toledo.
Ha sido fallera de toda la vida y antes de su transición, fue presidente infantil junto a su hermano mellizo. Actualmente, se siente respaldada por su familia y por su comisión: «Quiero que se sepa por qué soy una privilegiada: tengo una vida con pocas complicaciones. Con una familia que me apoya, con una falla que me ha visto crecer y que me ha apoyado incondicionalmente. No he podido tener un entorno más favorable ni más comprensivo y no todas han tenido esa fortuna. Mi vida es sencilla, soy feliz con mi cuerpo, con mi trabajo, con mi falla… pero a no todas les pasa lo mismo y no quiero que se excluya a nadie. Por eso quiero apoyar a mi colectivo haciendo ver que es posible«.
Admite que su decisión de ser la primera fallera mayor trans puede levantar alguna polémica, pero que “invitaría a la gente a que me conocieran, a que supieran lo que he pasado. No sé. Quizá les diría aquello de vive de deja vivir. Y además, no ya por mí, sino por todas las demás».
Defensa del colectivo trans
Por eso no duda en exteriorizarlo. «Porque durante mucho tiempo se nos ha acorralado. Se nos ha dicho lo que podía ser y lo que no. Y vivimos en un tiempo de igualdad de oportunidades«. Y las llaves que abren candados sirven «para que más gente se anime. En las Fallas hay muchas personas LGTBI que no tienen por qué no ver cumplidos sus sueños. Sobre todo, porque son superfalleras. Lo único que queremos es ser una más, que tiene la ilusión por vivir la fiesta como fallera mayor porque ya la viven en sus comisiones de siempre«.
A Lía le pilló la transición en plena pandemia. «La verdad es que me vino de golpe, pero pudimos hacerlo prácticamente todo a través de teleasistencia. Pero tampoco fue tan complicado. Fue peor los trámites del DNI, el papeleo, que la cuestión personal. Ahora, con la nueva ley, habría sido más sencillo«, reconoce.