La estrategia LGTBI+ del Gobierno establece casi 300 medidas que tendrán que pactarse con los gobiernos regionales, mayoritariamente conservadores
El Ministerio de Igualdad ya tiene lista la Estrategia Estatal para la Igualdad de trato y no discriminación de las personas LGTBI+. De hecho, este lunes ha enviado su propuesta a todas las Comunidades Autónomas. El documento, al que ha tenido acceso EL PAÍS, establece “la hoja de ruta en el avance y salvaguarda de los derechos de las personas LGTBI+ para los próximos cuatro años”. Es decir, el desarrollo de mecanismos concretos para garantizar la igualdad y la protección. Esta estrategia llega dos años después de la aprobación de la conocida como Ley trans, que obligaba al desarrollo de medidas concretas para aplicar la norma.
El ambicioso texto marca tres ejes estratégicos: el abordaje normativo de la violencia lgtbifóbica; la sensibilización y promoción de la diversidad, junto a la prevención y detección de la discriminación; y el acompañamiento, inclusión, protección, reparación y memoria de las personas del colectivo. A lo largo de 160 páginas se detallan casi 300 medidas, que ahora deben ser consensuadas con los gobiernos regionales.
300 Medidas
Entre sus propuestas, el documento plantea desarrollar una “respuesta específica” a las falsas terapias de conversión. Estas “torturas”, como las describen las víctimas de las mismas, están prohibidas y castigadas, pero solo administrativamente ―actualmente hay una propuesta de ley para que conlleven pena de cárcel―. También busca mejorar la colaboración entre fiscalías y entidades para abordar los delitos de odio, además de fomentar la formación y sensibilización del ecosistema de la justicia con respecto a las personas del colectivo.
Además, promueve un Pacto de Estado contra los discursos de odio, una reclamación de la FELGTBI+ (Federación Estatal LGTBI+, que aglutina a 50 organizaciones en defensa de los derechos del colectivo); la modificación de la información que recoge el Registro Civil para que refleje mejor la realidad del colectivo; o el impulso del uso de lenguaje inclusivo en la administración.
Estrategia contra la LGTBIfobia
Con respecto a las víctimas de LGTBIfobia se busca mejorar su atención mediante la coordinación de servicios autonómicos y locales. Y para colectivos vulnerables, como refugiados, presos o personas sin hogar, plantea diversas medidas de apoyo. Del mismo modo, impulsa el estudio de la violencia dentro de parejas del mismo sexo y el desarrollo de programas de salud mental, con especial énfasis en la prevención del suicidio (según el informe La situación de la salud mental en España, elaborado en 2023 por la Confederación Salud Mental España y la Fundación Mutua Madrileña, el 32,1% de personas LGTBIQ+ ha intentado suicidarse o ha tenido ideaciones suicidas frente al 14,5% de la población general), y en la formación de profesionales.
Otro eje clave es la creación de redes y espacios de convivencia para la comunidad LGTBI+, tanto en zonas urbanas como rurales, así como la promoción de actividades de ocio inclusivo para jóvenes y personas mayores. Asimismo, el documento impulsa iniciativas para recuperar la memoria histórica LGTBI+ mediante archivos, eventos conmemorativos y procesos de reparación simbólica. Por otro lado, defiende una “educación sexual integral en todos los niveles educativos”, fomentando la formación del profesorado y el desarrollo de materiales didácticos. Asimismo, impulsa la inclusión de contenidos sobre diversidad en estudios universitarios y la investigación en este ámbito.
Interseccionalidad
El texto invita a incluir en el desarrollo de las medidas una visión transversal ―contemplar la superposición de discriminaciones, como por ejemplo ser migrante o vivir con una discapacidad además de ser LGTBI+― y también aplicarla a la hora de realizar investigaciones o el desarrollo de políticas.
Además, propone desarrollar acciones de sensibilización y formación para periodistas e influencers, mientras que en el caso de la publicidad defiende la creación de un código deontológico que evite los prejuicios y estereotipos. En el entorno digital, la estrategia demanda “identificar y prevenir los discursos de odio, en colaboración con las plataformas digitales”.
También hay medidas para el ámbito de la salud, el laboral o el deportivo. En este último, plantea “sensibilizar a clubes y federaciones, promover la inclusión y el deporte mixto, o fomentar la visibilización de las personas trans e intersex”. Mientras que en la esfera internacional se busca el fomento de la cooperación, “fortaleciendo alianzas y promoviendo la protección de derechos a nivel global”, además de consolidar a España “como líder en la defensa de derechos”.
El documento desarrolla “un sistema de seguimiento basado la rendición de cuentas” para evaluar los progresos. Para ello se aplicarán “indicadores cuantitativos y cualitativos” con la finalidad de “generar un conocimiento sistemático” sobre el desarrollo de la estrategia.