ERC ha iniciado el camino en Parlament para que de aquí un año se haya terminado un anteproyecto de ley trans catalana
ERC ha presentado este miércoles en el Parlament una moción en la que piden al Govern comenzar los trabajos para elaborar un anteproyecto de ley sobre el cambio de nombre y el reconocimiento del sexo a las personas transgénero de Cataluña.
En el texto de la moción, piden al Govern impulsar los trabajos para elaborar la futura ley trans catalana, «basándose en recomendaciones internacionales como la Resolución 2018 (2015) de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa«.
Se insta, en este sentido, al Govern a empezar los trabajos para elaborar el anteproyecto de ley en el plazo de doce meses, y se apunta a que esta es «una de las vías para dar cumplimiento a la Ley de Igualdad de Trato y No Discriminación que fue aprobada en la anterior legislatura«.
Los republicanos piden que se haga «sin necesidad de procedimientos judiciales abiertos«, y que también afecte a los casos de menores de entre 14 y 16 años por lo que respecta al consentimiento de los progenitores o tutores legales.
Asimismo, insta a la Conselleria de Igualdad y Feminismos de la Generalitat a que, «de forma interdepartamental, interinstitucional y territorial«, impulse todos los instrumentos para luchar contra las violencias machistas, LGTBIfóbicas, racistas, xenófobas o por cualquier otro motivo.
Actitud «respetuosa» de los parlamentarios
Los republicanos también quieren someter a votación del Parlament el deber de los diputados de tener «una actitud respetuosa, escrupulosa y ejemplar» en los debates parlamentarios de acuerdo con «los principios de igualdad y no discriminación, tanto por razón de género como orientación sexual, creencia, etnia o lengua«. Esto debe incluir, se especifica en la moción, «la no-estigmatización y señalamiento de los colectivos LGTBI y muy especialmente de las personas trans«.
En un comunicado de la formación, la diputada de ERC Jenn Díaz ha afirmado que defienden un feminismo transinclusivo para frenar también «la violencia institucional que algunas voces, cada vez más minoritarias se empeñan en alimentar«, así como combatir las formas de odio en el Parlament que vulnerabilicen a ciertos colectivos.