Todas las noticias de muerte por drogas de gente famosa nos entristece y enfurece, pero cuando se trata de artistas brillantes más todavía. Philip Seymour Hoffman nos ha dejado un domingo de febrero, de forma tan repentina y a unos jóvenes 46 años que aún no nos lo creemos. Desde Gayles.tv queremos hacer un pequeño homenaje a este oscarizado actor con un recuerdo de sus papeles homosexuales.
Empezamos con el primero que le lanzó a la fama: Boogie Nights (1997), donde Hoffman interpretó a un siempre-colocado Scotty J., operador de cámara que le robó un beso al actor porno Dirk Diggler, interpretado por Mark Wahlberg. Junto a Robert deNiro rodó Flawless (1999), encarnando a Rusty, un boyante travestido que tiene que ayudar a su homofóbico vecino con lecciones de canto. Y ya en 2005, Hoffman bordó uno de los mejores papeles de toda su carrera: Truman Capote en Capote. La interpretación de este genio misterioso de la novela nos mostró a un actor que ya se había ganado la etiqueta de «excelente y profesional» para siempre. Su magnífica interpretación del escritor gay le valió su Oscar al mejor actor.
Hoffman es sin duda una gran pérdida de talento para el mundo del cine. Curiosamente algunos de sus míticos papeles han sido de personajes homosexuales, así como también encontramos papeles perturbados sexualmente, como el de Allen en Happiness (1998), el degenerado sexual, o el de padre Brendan Flynn en La Duda (2008), como sacerdote acusado de pederastia contra uno de sus monaguillos.
Un actor formidable y polifacético, que desafortunadamente pasa a sumar en la lista de grandes talentos que el mundo pierde repentinamente por culpa de adicciones. Descanse en paz y eterno en sus películas, Philip Seymour Hoffman.