Testigos de las «terapias de conversión» a las que asistió el obispo Novell las describen como agresivas y vejatorias
A principios de setiembre saltaba una suculenta noticia: el obispo de Solsona Xavier Novell renunciaba al cargo por su amor a una escritora de novelas eróticas y satánicas. No fue la primera salida de tono del prelado más joven de España, pero sí la más sonada. El polémico y mediático Novell defendía las mal llamadas «terapias de conversión» e incluso había asistido a algunas sesiones. En 2017 vinculó la homosexualidad con la ausencia de una figura paterna en las familias. Una perla.
elDiario.es ha tenido acceso a los testimonios de varias víctimas de las «terapias de reversión» de la sexualidad, que aseguran que Xavier Novell no sólo avaló dichas prácticas, sino que llegó a recibir «cursos» para «normalizar» su sexualidad hasta que fue reconvenido por el Vaticano. No sólo eso: algunos testigos implican a otros obispos como promotores de asociaciones como «‘Verdad y libertad«, cuyo trabajo ha sido prohibido en España por la Santa Sede.
Necesidad de reafirmar su heterosexualidad
Una de las víctimas de la asociación, sostiene que «a finales de 2018, Novell inició el itinerario a nivel personal, acabándolo a comienzos de 2020«. Unos cursos promovidos por Verdad y Libertad, que pretendía –y pretende– «curar» la homosexualidad. El prelado habría experimentado «el camino de sanación» y proclamado su experiencia en diferentes foros, mostrando la «necesidad de reafirmar su heterosexualidad».
«Novell era un gran pilar en el grupo» afirma el testigo. Tanto es así, señala otro de los afectados, que el obispo de Solsona llegó a oficiar la boda de uno de los miembros, que había «abandonado» su homosexualidad. Una ceremonia que se habría producido sin el conocimiento de los padres de la pareja.
Las terapias en las que participó Novell eran «Agresivas, destructoras, donde te transformas en un ser dependiente, donde si no pueden contigo te llevan al psiquiatra. Destruyen las familias, hacen que digas que eres gay a todo el mundo y que te vas a sanar, cuando eso no es verdad, es una gran mentira. Te aplican castigos de desierto, dejarte en la soledad, de burla, de destrucción en el grupo, quieren hacerte creer que trabajan tu niño interior«, relata el testigo.
Insultos y vejaciones
La asociación No es Terapia tiene recopilada amplia información sobre estas prácticas. Testimonios recogidos por la entidad han aportado detalles sobre los «itinerarios» organizados por grupos católicos ultraconservadores. En uno de ellos, como mínimo, habría participado el obispo emérito de Solsona. Entre las actividades hay sesiones, tanto individuales como grupales, en el que los participantes son sometidos a burlas, insultos y humillaciones, Obligándolos a explicar detalles sobre su sexualidad y, en ocasiones, exigiendo que se desnuden y se abracen entre ellos para «superar el deseo sexual«.
Uno de los momentos estelares dichas terapias era lo que se conocía como «paredón«, en que las víctimas eran situadas en medio de un círculo, rodeado de otros participantes y los organizadores de los cursos, y debían escuchar todo tipo de insultos e improperios por parte del resto de presentes. La vejación de los participantes era considerada necesaria para generar dudas sobre su identidad sexual. Todo muy normal y muy católico.