A Cindy Ngamba se le concedió el estatus de refugiada en 2021 porque podría haber sido encarcelada por ser gay en Camerún
La boxeadora camerunesa Cindy Ngamba aseguró este domingo al equipo de refugiados la primera medalla olímpica de su historia al clasificarse a semifinales en la categoría de -75 kg después de derrotar a la francesa Davina Michel.
Después de un primer asalto muy disputado, la refugiada fue de menos a más para terminar derrotando a la púgil local, muy apoyada por el público. Con el boleto a semifinales, Ngamba se aseguró irse como mínimo de estos Juegos con un bronce y el equipo de refugiados, que existe desde Rio-2016, se garantizó el primer metal olímpico de su historia.
Triple campeona en Inglaterra
En total, 36 atletas, 23 hombres y 13 mujeres, de once países distintos, componen el equipo de refugiados en los Juegos de París. Proceden de Afganistán, Siria, Irán, Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Eritrea, Etiopía, Camerún, Cuba y Venezuela. Integran el Equipo Olímpico de Refugiados del COI para París 2024, representando a la población desplazada mundial de más de 100 millones de personas. Una iniciativa que repite por tercera vez, tras Río 2016, con nueve atletas, y Tokio 2020, con 29.
En esta edición competirán bajo las siglas EOR, del francés «équipe olympique des réfugiés«, y por primera vez tendrán su propio emblema –con un corazón en el centro– para unificar al equipo, en lugar de competir bajo la bandera olímpica.
Cindy Ngamba representa la principal esperanza de una primera medalla para el equipo de refugiados debido a la represión penal de la homosexualidad en su país. Llegada a Reino Unido a los 11 años, es triple campeona de Inglaterra en tres categorías de peso diferentes. Se clasificó a los Juegos en la de -75 kg. Los británicos deseaban contar con ella en su equipo nacional para el torneo olímpico, pero los intentos de los dirigentes del boxeo británico no fueron suficientes para que obtuviera un pasaporte.
Represión penal de la homosexualidad
Acosada en el colegio, Ngamba atravesó una juventud difícil en Reino Unido. Dos profesores de deporte la acogieron y la introdujeron al boxeo. El COI anunció la creación de un equipo olímpico de refugiados en 2015, año marcado por los desplazamientos de millones de personas, ligados en especial a la guerra en Siria.
Hace dos años, en 2022 le concedieron el estatuto de refugiada. «La razón por la que soy refugiada es por mi sexualidad. En mi país es ilegal ser gay, así que, si me devolvían, podrían haberme encarcelado«, recuerda. Pero antes, en 2019 estuvo a punto de ser deportada tras ser recluida en un campo de detención: «Fue una de las experiencias más aterradoras de mi vida«.
Al principio, reconoce que le daba vergüenza que la llamaran refugiada «porque me sentía indefensa«. «Pero una vive y aprende, y ahora tengo una mentalidad diferente al respecto. Al fin y al cabo, sigues siendo humano. Nunca debes mirar a alguien porque sea refugiado o migrante, debes mirarlo por lo que es«, reivindica.
Para Ngamba «es triste y chocante pensar que un país puede juzgar a alguien por su sexualidad. No ocurre sólo en Camerún, sino en muchos otros países donde la vida de las personas corre peligro» sólo porque son LGTBIQA+.
Cindy Ngamba ha hecho historia al convertirse en la primera refugiada no solo clasificarse para unos Juegos Olímpicos a través de los torneos preolímpicos sino en llevarse una medalla.