La Comisión Europea inicia un procedimiento infractor al considerar que Varsovia y Budapest violan derechos fundamentales
La Comisión Europea ha decidido pasar este 15 de julio a la acción y ha abierto sendos procedimientos de infracción contra los gobiernos de Hungría y Polonia, dos ejecutivos ultraconservadores que están planteando una “guerra cultural”, en palabras del líder francés Emmanuel Macron, que tiene como objetivo central un ataque directo a los derechos humanos al limitar las libertades y derechos del colectivo LGTBI+.
En caso de que Varsovia y Budapest mantengan sus pulsos, el asunto acabará en las manos del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) contra el que, de hecho, el Gobierno polaco ya tiene una auténtica cruzada con el objetivo de incumplir sus sentencias. Son dos expedientes distintos. Contra Hungría se abre un procedimiento de infracción por su ley que limita los derechos del colectivo al prohibir que se aborde la homosexualidad en las clases y al hacer que los contenidos en los que se refleja queden limitados únicamente para mayores de 18 años.
La norma ha generado una gran batalla política al más alto nivel de la UE, provocando que en el último Consejo Europeo el resto de líderes se enfrentaran a Viktor Orbán, primer ministro húngaro. Mark Rutte, su par neerlandés, llegó a sugerirle que activara el artículo 50 de los Tratados y saliera de la Unión Europea.
El proceso puede terminar terminar ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea
Pero la Comisión Europea no puede abrir un expediente contra Hungría por un motivo político. La norma húngara tiene que violar los Tratados. Y el Ejecutivo comunitario encuentra una larga lista de directivas que son vulneradas por la nueva ley húngara, como las de medios audiovisuales, la de transparencia del mercado único, la de prácticas comerciales abusivas y un largo etcétera. Pero lo más grave, a ojos de Bruselas, es que la nueva norma “también viola la dignidad humana, la libertad de expresión e información, el derecho al respeto de la vida privada y el derecho a la no discriminación como consagrados respectivamente en los artículos 1, 7, 11 y 21 de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE”.
La Comisión Europea considera que Hungría restringe la libertad de expresión
Esa es la joya de la corona que la Comisión busca proteger. En el expediente contra Budapest se incluye otra medida. El 19 de enero de 2021, la Autoridad de Protección al Consumidor de Hungría forzó que un libro en el que aparecían personajes LGTBI+ incluyera un aviso de que la obra describe formas de comportamiento «que se desvían de los roles de género tradicionales«. La Comisión Europea considera que “Hungría restringe la libertad de expresión de los autores y editores de libros y discrimina por motivos de orientación sexual de forma injustificada”.
Por otro lado, el segundo expediente, el de Polonia, se refiere a las llamadas “zonas libres de ideología LGTB”. En febrero, la Comisión Europea pidió a las autoridades polacas información sobre esta etiqueta que han adoptado distintos municipios y regiones, expresando su preocupación con que esta medida vaya en contra del derecho de la Unión al establecer una discriminación por motivos de orientación sexual. Hasta ahora las autoridades polacas no han dado información adicional al Ejecutivo comunitario. “Polonia está obstaculizando la capacidad de la Comisión para ejercer las competencias que le confieren los Tratados e incumpliendo el principio de cooperación sincera con arreglo al artículo 4, apartado 3, del TUE, que exige que los Estados miembros brinden una cooperación genuina a las instituciones de la Unión. Por tanto, la Comisión ha decidido enviar una carta de emplazamiento a Polonia por su falta de cooperación”, señala en un comunicado este jueves.