Baños sin género: más beneficios para toda la población
Cada vez son más las instituciones que apuestan por eliminar la segregación por género en los baños públicos. Girona ha anunciado que los baños municipales no estarán segregados por género y más inclusivos con la comunidad LGTBI, especialmente con las personas trans. Ya han comenzado el cambio de los carteles con pictogramas en algunos lavabos públicos.
No es la primera ciudad en llevar a cabo una iniciativa así. Por ejemplo, en 2018, el Ayuntamiento de Madrid instaló baños públicos unisex y usables para personas con alguna discapacidad física. Similar es el caso de Castellón, que en 2021 ampliaba la red de baños públicos, también mixtos y adaptados a las personas con movilidad reducida. O el proyecto Inesperadxs en Zaragoza. En Huelva, el Consistorio rehabilitó en 2016 los aseos del Parque de Las Palomas, eliminando la segregación por género.
El baño como espacio hostil
«El baño dividido en hombre-mujer es uno de los lugares en el que personas trans y no binarias se enfrentan a discriminación de manera constante. Es un espacio en el que lo que suele ocurrir es que la gente no se cree que sus vidas sean posibles y cuestionan lo que son”, resume el sociólogo trans Lucas Platero, que reconoce haber vivido situaciones así.
Comentarios excluyentes son frecuentes y se suman a miradas de extrañeza o rechazo, a agarrones de brazos o a la imposibilidad de pasar porque la persona se pone delante. Situaciones que les suelen ocurrir a personas que no encajan en el binarismo hombre-mujer, que están transitando y sus rasgos son visibles o cuya estética no responde a lo tradicionalmente considerado femenino o masculino.
Kathryn H. Anthony, investigadora y profesora de Arquitectura en la Universidad de Illinois, explica en Newtral que “los baños separados por género pueden ser espacios hostiles donde las personas trans están en peligro al ser víctimas de ataques y agresiones sexuales”. Y añade que “históricamente han sido lugares donde también se ha producido discriminación por raza, etnia, discapacidad y orientación sexual”.
Baños seguros y diversos
La solución pasa por rediseñar estos espacios para que sean inclusivos y seguros para todas las personas. Los baños unisex facilitan el acceso a las personas trans y a otras personas no conformes con su género. Además tienen otros beneficios como reducir el tiempo de espera, especialmente de quienes hacen uso de los aseos diseñados para mujeres.
Fomentar que no haya distinción de entrada al sanitario por identidad de género es un paso adelante para evitar que haya discriminación, según consideran activistas, personas transgénero. Lo ideal es que no exista ningún tipo de señalización de género, sólo que se indique que son baños y que la seguridad sea garantizada para cualquier persona.