La autopsia ratifica que Samuel Luiz recibió múltiples golpes, en una agresión de seis minutos
La autopsia practicada a Samuel Luiz confirma que los numerosos golpes que recibió en la agresión que sufrió en la madrugada del 3 de julio en La Coruña le provocaron un traumatismo craneoencefálico y la muerte, según han explicado responsables policiales en una comparecencia ante los medios tras levantar el juzgado el secreto del sumario.
«Son seis minutos fatales, seis minutos de agresión a lo largo de unos 150 metros» relata José Miñones, Delegado del Gobierno en Galicia. Samuel murió por un traumatismo provocado por multitud de golpes, la mayoría de ellos en la cabeza. Los agresores, además de propinarle múltiples puñetazos en la cabeza, también podrían haber utilizado una arma corta y contundente de punta metálica llamada kubotán, encontrada en la casa de uno de los menores y que se está investigando, y una botella.. De lo que ya no dudan los agentes es de que antes de que comenzase la agresión mortal a Samuel le gritaron “maricón”.
Con más de 41 testificales, las grabaciones de las cámaras de seguridad y el volcado de información de los teléfono móviles de los arrestados, la investigación sigue objetivando “con exquisitez” –en palabras del jefe superior de Policía de Galicia la motivación de la agresión. “A fecha de hoy no está comprobado (el delito de odio), explicó el mando policial en rueda de prensa. “Pero no están cerradas esas líneas”, apostilló.
Los detenidos trataron de borrar pruebas
«Las conversaciones de los móviles de los sospechosos nos han ayudado a tener más indicios«. De hecho, explicaron que «habían eliminado conversaciones para tratar de borrar pruebas«. No obstante, no lograron borrar todo y los investigadores, en un grupo multidisciplinar en el que estaban especialistas en investigación científica y en redes sociales, lograron acceder a esos mensajes que han sido claves en el esclarecimiento de los hechos, junto a los testimonios y a las cámaras de seguridad de la zona.
La botella se encontró en casa de uno de ellos, estaba rota y tiene el ADN de Samuel y del agresor. Pudo romperse en el impacto, Samuel tenía en la cabeza una herida abierta de 10 centímetros. Samuel no murió por un solo golpe. Tenía muchos en la cabeza y por todo el cuerpo. En la primera secuencia de la agresión junto a la discoteca, no lo mataron porque Ibrahima lo protegió con su cuerpo durante toda la secuencia, arriesgando su propia vida. Ahora también se investiga a los detenidos por el intento de homicidio al propio Ibrahima. Será la jueza instructora que asumió el caso quien determine si existe –o no– delito de odio.