La Federación Española de Atletismo se une a la Internacional y prohíbe a las atletas trans competir en pruebas femeninas
La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics), siguiendo la senda abierta por las de natación y rugby, ha decidido prohibir a las atletas trans que se hayan sometido a la terapia de bloqueo de testosterona y reemplazo hormonal después de los 12 años tomar parte en sus competiciones femeninas. La Real Federación Española de Atletismo seguirá los mismos criterios que la internacional y deja en manos de las autonómicas las respectivas decisiones.
La medida, adoptada el jueves, sustituye la anterior regla, que fijaba un límite de testosterona endógena, por debajo de cinco milimoles por litro de sangre, para permitir su participación. La norma era tan imposible de saltar que la World Athletics no tiene registrado que ninguna mujer trans haya tomado parte en sus competiciones.
Según ha indicado el presidente de World Athletics, Sebastian Coe, la nueva normativa se aplica para “proteger el deporte femenino”, aunque el propio organismo afirma que “actualmente no hay atletas trans compitiendo a nivel internacional en atletismo y, en consecuencia, no hay evidencia específica del impacto que podrían tener en la equidad de la competición”. Es decir, la decisión de excluir a las mujeres trans se ha tomado sin comprobar si realmente participan o no con ventaja. Coe ha declarado: “A medida de que dispongamos de más pruebas, revisaremos nuestra postura, pero creemos que la integridad de la categoría femenina en el atletismo es primordial”.
Discriminación
«Preferimos primar la igualdad sobre la inclusión” afirman desde la World Athletics. Dicha exclusión supone una contradicción con las leyes de un gran número de países, que otorgan plenitud de derechos como mujeres a todas las transexuales, en cuanto las priva del derecho a competir.
El Consejo de World Athletics también ha acordado rebajar los niveles de testosterona en sangre que se permitirán en la categoría femenina. Esto afectará a las atletas con diferencias o anomalías del desarrollo sexual (DSD, por sus siglas en inglés). Con las nuevas directrices, las atletas con DSD deberán tener un nivel de testosterona en sangre por debajo de 2,5 nanomoles por litro, y tendrán que mantenerse bajo ese umbral durante al menos dos años para competir en pruebas internacionales de la categoría femenina.
El problema es la discriminación social se lamenta el vicepresidente de la FELGTB, Mané Fernández. “Es una discriminación sobre el miedo, porque la misma federación viene a decir que aunque no hay casos, por si acaso van a prohibir participar a mujeres trans. Creemos que habría que investigar, estudiar y ver qué pasa antes de decir claramente que no, porque se están basando en un miedo irreal. Una prohibición sobre nada no deja de ser una discriminación”, considera Fernández, que asegura que este tipo de mensajes “duplican la transfobia social”.