El presunto asesino dijo que “no estaba de acuerdo” con la orientación sexual de su compañero de celda
Janard Geffrard, de 29 años, fue presuntamente asesinado por su compañero de celda Kevin Barnes, de 35 años, después de una paliza el 16 de diciembre. La familia de la víctima acusa a los funcionarios de la cárcel de Florida de permitir que el compañero de celda de Geffrard lo golpeara letalmente durante 21 minutos antes de intervenir. Geffrard murió a causa de sus heridas 16 días después.
El vídeo de vigilancia de la prisión del 16 de diciembre muestra en la celda a Kevin Barnes estrangulando a Geffrard durante dos minutos. El joven perdió el conocimiento y Barnes lo pisoteó diez minutos después. La agresión duró 21 minutos en total y ningún oficial intervino, según el abogado de la familia, Josiah Graham. Más tarde, el agresor confesó ante los investigadores la brutal agresión y dijo que lo hizo porque “no estaba de acuerdo con el estilo de vida de Geffrard “porque era gay” y “olía y nunca se limpiaba”.
“Porque era gay”
Geffard fue declarado con muerte cerebral diez días después. Le colocaron soporte vital para extraer sus órganos. Murió cinco días después, el 31 de diciembre.
Marcia Irving, la madre de Geffrard, dijo “Pensé que mi hijo estaba más seguro en la cárcel que en las calles” y añadíó: “Alguien golpeó muy fuerte a mi hijo, y luego siguió haciéndolo, siguió haciéndolo hasta que salió”.
El defensor público del condado de Broward, Gordon Weekes, reconoció que los funcionarios de detención no deberían haber colocado a Geffard y Barnes en la misma celda porque ambos padecían problemas de salud mental. La familia y su abogado se preguntan por qué los agentes de la cárcel no reaccionaron al ataque.
Los reclusos LGBTIQ+ no blancos tienen más probabilidades de sufrir acoso y agresión por parte de otros reclusos que los reclusos blancos, heterosexuales y cisgénero, según un estudio de 2016 del Movement Advancement Project.