ARMI es una aplicación LGBTIQ+ que te permite sentirte segura e interactuar con otros miembros del colectivo
La idea de ARMI surgió de dos estudiantes del grado de Psicología en la Universitat de les Illes Balears (UIB), Aldana Alegría y Alba Martín. Se les encomendó realizar un trabajo para la asignatura de Psicología de Grupos consistente en desarrollar una idea de negocio con los conocimientos que habían adquirido a lo largo de lo que llevaban cursado de carrera. Como activistas LGTBIQ+ se les ocurrió la idea de crear un espacio digital seguro.
Su profesora, impresionada por su trabajo, las animó a llevar el proyecto al siguiente nivel, y en los años posteriores participaron en un programa de emprendimiento de la universidad donde adquirieron el conocimiento empresarial y de marketing necesario para hacer viable el negocio.
“Como no es lo normativo, en ocasiones las personas del colectivo se sienten confusas con su propia identidad. Lo usual es que recurran a la web para buscar respuestas, pero muchas veces la información proviene de fuentes poco fiables y se pueden llegar a creer cosas que al final solo les servirá para generarles más preguntas. ARMI pretende ser, entre otras cosas, un centro de información segura y contrastada para evitar, entre otros, problemas de salud mental”, aseguran las creadoras a elDiario.es.
Crowdfunding
“El objetivo final de ARMI es crear una red social para crear una red de apoyo entre el colectivo balear que, por una parte, tenga esa función informativa ofreciendo datos contrastados y, por otra, cumpla los estándares de una red social como sugerir actividades cercanas seguras para personas queer o indicar lugares LGTBI friendly”, declara Aldana, quien además ha manifestado su intención de crear una red formada por psicólogos en la aplicación para hacer frente a los problemas de salud mental que puedan sufrir las personas LGTBIQ+.
Tras más de tres años de creación y actividad profesional en la marca, Aldana y Alba han creado un crowdfunding para cubrir los gastos del lanzamiento y contratar a las personas necesarias para poder llevarlo a cabo: “Es lo único que nos falta. Ya tenemos hecho el prototipo web y los planes de marketing. Como queremos hacerlo muy accesible e incluir muchas funciones, necesitamos recursos económicos para poder lanzar la aplicación en condiciones”. A día de hoy, ARMI pide 2.000 euros para poner en marcha el lanzamiento, pero Aldana confiesa que quizás sean necesarios hasta 15.000.